Creo que ya
sabes que no tengo mucho para ofrecerte. Soy una mujer llena de miedos. Una
mujer que prefiere soñar y así evadir la realidad. Una mujer que la mayoría de
las veces responde si, cuando quiere decir no. Porque no quiero parecer mezquina
y antisocial.
Soy ese tipo de mujer que
le gusta amar y ser amada, que entrega sin importar si hay algo a cambio. Que
puede parecer intensa y en ocasiones llega a serlo porque le hace caso a sus
impulsos. Que si extraño, lo digo, o, si
es necesario lo grito, no callo un sentimiento de amor pero si los de dolor. No
expongo mis tristezas porque cuando hay algo que me hace feliz prefiero
disfrutarlo hasta que termine.A veces me
niego ciertos gustos por temor a equivocaciones y en otras me equivoco con todo
gusto sin importar las consecuencias; en su mayoría hostiles.
Pero me quedo con la sensación de lo vivido.No sé con
certeza si he amado de verdad, si he utilizado bien el “te amo” pero sé que lo
he dicho porque así lo siento.Cada vez que
intento parecer segura y poco interesada en alguien termino desilusionada y
rota por vivir tanto en las nubes. Pero tampoco me funciona el demostrar interés.
El amor no encuentra un balance y a estas alturas empiezo a creer que es
totalmente cierto el hecho de que los puntos en común hacen las relaciones más posibles. Eso de que los polos opuestos
se atraen ya no va conmigo.
Sencillamente no cuadra. Si al le gusta el sushi pero a mí me da nauseas ¿Cómo hallar
equilibrio en eso?Él, no tiene
que negarse a comerlo; pero yo no puedo sacrificarme sólo por verlo feliz.Y sé que
dicen que el amor todo lo puede, pero con el paso del tiempo esas diferencias
que enamoran acaban ayudando a la separación. Yo no quiero eso para mí. Me da
fastidio disimular sólo por caerle bien a quien mis ojos vieron con algo más
brillo. Le creo más al amor ciego. Ese que no ve pero que es guiado por el corazón.
Aunque luego acabe en mil pedazos. Sentir siempre será mejor que aparentar y
prefiero remendarme el corazón a tener que ser una que no soy.Si algo no
me gusta simplemente no me lo paso entero, y así soy con todo, hasta en el
amor. Sé que me paso de sincera muchas veces, sé que soy dura y en ocasiones
inflexible. Pero no pienso cambiar mis ideales tan fácilmente, para cambiar mi ideología
tengo que convencerme profundamente del cambio y a mí no me gustan los cambios. No me acostumbro
a ellos, no me gusta lo inesperado porque me desestabiliza. Por eso pienso y
pienso mucho en cada paso en cada cosa que hare con mi vida y mi rumbo.Con los
amores es distinto porque ahí si me gusta lo espontaneo, lo que se da porque si
o porque no…No tengo
mucho que ofrecerte que sirva de soporte o avance o que aporte a tu vida. Pero tengo
estos labios que aprendieron a dar besos y que les encanta dar besos y te
aseguro que no te hará falta cada día una buena dosis de ellos.Tengo mis
manos para acariciarte, para darte apoyo, para darte un masaje, para hacerte
cosquillas o para golpearte cuando me saques de quicio con tus bromas.Tengo mis
brazos para acunarte, para rodearte con ellos el cuello, para aferrarte a mi
cuando no quiero que te vayas.Tengo mis
piernas que aman enredarse entre las tuyas, que te hacen mío y te apresan.Tengo mi
piel, que puede ser néctar de vida o veneno. Que te puede dar felicidad y adicción
en exceso.Y tengo mis
ojos, cafés, grandes y con pestañas crespas. Que brillan más cuando te ven y
que recorren cada centímetro de ti en una foto sin fin que hace mi cerebro.Te ofrezco
la que soy, la que lees, la que oyes e incluyo mi acidez y mi desparpajo. No
tengo mas que darte que este manojo de defectos vestido de mujer. Pero como sé
que en ti hallare lo mismo, no me preocupo. Amare tus defectos si prometes amar
los míos.