Con un carácter innovador que atraviesa toda su infraestructura, el laboratorio Urufarma inauguró su nuevo complejo de alta tecnología sobre la Ruta Interbalnearia. En un predio de 60.000 metros cuadrados, a dos kilómetros del Aeropuerto Internacional de Carrasco, conviven tres plantas productivas para la elaboración de productos farmacéuticos, un laboratorio de control de calidad y las oficinas corporativas.
El diseño del edificio central orientado al funcionamiento de esas oficinas estuvo a cargo del estudio Carlos Ott Arquitectos, convocado por Urufarma para sumarse a un parque industrial preexistente, pero con el desafío de construir una obra icónica que representara la imagen corporativa de la compañía.
La premisa de incorporar al proyecto arquitectónico ciertos valores afines al diseño de vanguardia, la tecnología de última generación y el cuidado del medio ambiente, determina de cierto modo la innovación de esta estructura que inspira futuro.
Las proporciones del edificio y la resolución de su volumetría también destacan la particularidad del proyecto: esos dos volúmenes encastrados y articulados en perfecta sintonía identifican hoy la imagen de Urufarma en uno de los puntos más transitados del departamento de Canelones.
Enclavado una zona suburbana en expansión creciente, la construcción se presenta bajo estricto cumplimiento de normativas y regulaciones internacionales del sector farmacéutico, relativas al ordenamiento territorial y medio ambiente en cuanto a pautas de seguridad industrial y salud ocupacional.
“Se trata de una obra arquitectónica moderna y vanguardista, que no solo se concibió como un espacio de trabajo funcional y eficiente, sino también como un ícono urbano que se destaca en el perfil de la ruta”, advierte el arquitecto Carlos Ott, director del estudio.
El estudio de arquitectura ya contaba con antecedentes en laboratorios y hospitalarios, principalmente en Alemania y Canadá, aunque este es el primero que lleva a cabo en Uruguay. Según Ott, se trató de una obra constructivamente muy desafiante que incorporó algunas innovaciones disruptivas para la industria farmacéutica como una geometría angular, una estructura metálica, revestimiento de GRC y hormigón con fibra de vidrio. Estos materiales, alternados con una paleta de colores neutros, otorgan al edificio un aspecto contemporáneo.
El diseño conceptual de Carlos Ott se caracteriza por su volumetría simple y elegante, definida por un juego de planos y volúmenes que generan una fachada dinámica y atractiva. Justamente, la composición de la fachada es uno de los distintivos de la construcción: una serie de paneles de vidrio de diferentes tamaños y formas que se superponen y se interconectan, creando una textura visual única.
Este diseño no solo le da al edificio un look & feel moderno y vanguardista, sino que también permite el ingreso de luz natural a los espacios interiores, creando un ambiente de trabajo saludable y confortable.
Tal es la excepcionalidad de la propuesta constructiva que el complejo obtuvo el primer puesto a Mejor Proyecto Industrial, otorgado por el Ministerio de Industria Energía y Minería, por identificar varios temas de interés ministerial como la aplicación de tecnología de punta, la eficiencia energética y el cuidado del medio ambiente.
Con casi 10.000 metros cuadrados construidos, en los que se incluyen los espacios de oficina, el complejo cuenta con distintos bloques de edificios que constituyen un polo industrial. La planta de producción principal, de unos mil metros cuadrados de superficie, incorpora última tecnología y procesos cerrados que reafirman el compromiso de la compañía con la excelencia. Junto a esta zona se ubica un depósito de materias primas y otro de productos terminados.
El edificio diseñado por Ott se emplaza en un terreno de gran superficie, lo que permitió a los arquitectos crear un conjunto arquitectónico conectado con las otras edificaciones industriales del complejo, integrado con el entorno y rodeado de jardines y áreas verdes. “Si bien hay una clara separación del edificio administrativo del resto del complejo, la intención fue mantener una línea de diseño en todo el desarrollo. Son varias las innovaciones, pero debo mencionar una arquitectura interior eficiente y agradable al mismo tiempo, con un diseño de oficinas abierto que maximiza su relación con el entorno”, explicó Ott.
Este concepto de oficinas abiertas acompaña una tendencia mundial que propone espacios totalmente integrados, sin separaciones y bien iluminados. Para reuniones más íntimas se diseñaron unas cajas de cristal tipo “peceras” insonorizadas, que permiten mantener la privacidad sin perder la conexión con el resto del ambiente.
EN MODO VERDE
La construcción de este nuevo complejo supuso una inversión de 36.500.00 dólares, ampliando la capacidad productiva de la compañía en más de tres veces: pasará de 10 millones a 40 millones de unidades anuales. Este resultado implicó un largo tiempo de trabajo, en el que se priorizó la sustentabilidad como eje que recorre transversalmente el diseño de todo el proyecto.
El compromiso de la empresa con la protección del medio ambiente es histórico y se puede encontrar desde sus orígenes. El personal está capacitado para entender los procesos que se realizan y el impacto que pueden generar en las actividades de la ciudad, lo que garantiza un manejo responsable mediante el correcto uso de la tecnología.
Siguiendo esta línea, el proyecto incorpora dos plantas de tratamiento de efluentes, procurando el correcto uso y cuidado del agua. Ambas cuentan con un sistema de tratamiento de aguas residuales: la planta de Hormonales tiene un sistema de tratamiento de lodos activados, mientras que la planta de No Segregados tiene un sistema de oxidación química. Estos tratamientos aseguran la calidad adecuada de vertido de efluentes.
También se trabaja en todas las áreas clasificando de forma minuciosa cada residuo, logrando reciclar hasta un 40 % de los mismos. Esto se lleva adelante con un plan de residuos basado en las premisas Triple R (reducir, reutilizar y reciclar).
Debido a este proceso de mejora continua en la gestión de residuos, Urufarma ha sido reconocida con el Sello Canario, una certificación otorgado por la Intendencia de Canelones a las empresas que se destacan por su responsabilidad y contribución social.
La nueva planta industrial cuenta, además, con un sistema de filtrado de aire de última generación, que garantiza aire de calidad farmacéutica para la elaboración de productos y el retorno al medio ambiente un aire libre de contaminantes.
¿CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA DE GESTIÓN DE CALIDAD DE AIRE?
La calidad del aire en los espacios interiores tiene una influencia crucial en la salud, el bienestar y la productividad de las personas que los habitan, teniendo en cuenta pasamos alrededor del 90 % del tiempo en espacios cerrados. Por lo tanto, es vital que los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) se diseñen y administren con la salud de los ocupantes como prioridad principal.
Existen consideraciones clave en el diseño y gestión de espacios laborales para garantizar un ambiente saludable y eficiente. Una tasa constante de cambio de aire, que se puede aproximar alrededor de seis renovaciones por hora, puede mejorar drásticamente la calidad del aire interior. Sin embargo, dicho proceso podría conllevar un consumo energético significativo, lo que podría obstaculizar la viabilidad de su implementación.
Encontrar un equilibrio entre la calidad del aire y el confort térmico es esencial. Un ambiente con aire limpio, pero térmicamente incómodo, no generará un espacio óptimo para los ocupantes. Además, el consumo energético excesivo puede tener repercusiones negativas para el medio ambiente y los costos operativos del edificio. Por tanto, la estrategia ideal para mejorar la calidad del aire debe considerar y equilibrar todos estos factores.
En el diseño del sistema de climatización de las nuevas oficinas de Urufarma, se ha utilizado NEO, un software de simulación energética de edificios que fue galardonado durante la AHR EXPO 2021 organizada por ASHRAE (Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado, por sus siglas en inglés).
Con NEO, la toma de decisiones basada en datos se vuelve más sencilla, permitiendo un diseño del sistema de HVAC más eficiente y ecológico, sin comprometer la salud y el bienestar de los ocupantes.
Esta opción combina un sistema de Volumen de Refrigerante Variable (VRV) con recuperación de calor y un Sistema Dedicado de Aire Exterior (DOAS), una configuración particularmente eficiente, ya que permite la redistribución de calor y frío entre diferentes zonas según sea necesario y la recuperación de calor residual.
El DOAS se encarga de la ventilación, lo que mejora la calidad del aire interior y puede reducir la carga del sistema VRV. Según explican técnicos del estudio Ott, aunque esta opción puede tener un costo inicial más alto debido a su complejidad, puede proporcionar ahorros significativos en los costos operativos a largo plazo debido a su alta eficiencia energética.
El sistema de gestión de la calidad del aire, se encarga de operar los ventiladores de los DOAS y definir los set points de los equipos VRV. Este sistema monitorea y analiza los niveles de CO2 del aire de extracción para realizar una ventilación controlada por demanda.
En segundo lugar, toma datos meteorológicos en línea para obtener información en tiempo real sobre la temperatura y humedad del aire exterior, ajustando las consignas de trabajo a las condiciones climáticas. Además, dispone de un control eficaz para las compuertas de aire de retorno y aire exterior, entre otras funcionalidades.
El sistema incorpora una serie de ventajas significativas. Utiliza las previsiones meteorológicas para las próximas 6, 12 y 24 horas y las combina con algoritmos desarrollados. Esto posibilita una reducción del uso de energía de 20 a 30 %. Además, gracias al uso de técnicas de aprendizaje automático, el sistema identifica anomalías en la operación logrando una mejora continua de la eficiencia energética, el confort de los usuarios y la calidad de aire interior.