Oh! La Luna y mi fular bambuleo

Por fin conseguí acercarme a Oh! La Luna, la tienda que han abierto Elena (De Monitos y Risas) y Eloísa (Una maternidad Diferente).  Para quienes no sepan aún de qué se trata, es un espacio de apoyo a la maternidad y crianza, donde venden artículos como portabebés, pañales de tela, cosmética natural y organizan numerosos talleres y actividades sobre lactancia, porteo, masaje infantil, reflexología, etc.

Quería que me aconsejaran sobre qué portabebé comprar. Me quedé con ganas con el mayor, creo que nos hubiera ido muy bien, pero la mochila colgona que me dejaron no nos gustaba a ninguno de los dos y pronto lo dejé por imposible. Ahora creo que me va a ser de gran ayuda para poder atender a ambos al mismo tiempo y tengo unas ganas locas de empezar a portear, cuanto más leo y más vídeos me pongo, ¡más ganas tengo!.

Eloísa me hizo un estupendo repaso a todos los portabebés que existen. Desde luego, hay opciones para todas las necesidades. Me encantó poder probarme varios tipos, tocar las telas… Creo que estas cosas merece la pena verlas en persona. Por más que me hubieran hablado fenomenal del porteo, no me imaginaba la sensación que realmente se tiene hasta que no probé en directo, además con un muñeco que simulaba un bebé perfectamente.

Una de las cosas que se puede destacar de las chicas de Oh! La Luna es que te asesoran con gusto porque sienten pasión por lo que hacen. Esto se nota a la legua. Es fantástico que te atiendan en un sitio así de bien, me parece que este tipo de atención cada vez está cayendo más en desuso.

Enseguida me enamoré de un fular elástico hecho con bambú, un Bambuleo. La tela es increíblemente suave, tanto que no es algo que se pueda describir fácilmente, ¡mucho mejor tocarlo!. Tiene una calidad que dan ganas de estarlo acariciando todo el rato, me pareció muy achuchable y estupendo para un recién nacido. Otra cosa que me sorprendió es lo bien que sujeta a pesar de lo fina que parece la tela cuando la tocas. Al parecer, el bambú tiene muchísimas propiedades, entre ellas la de ser súper respetuoso con la piel, por lo que sería ideal para bebés prematuros y para el piel con piel.

Qué pena que en la foto no se pueda apreciar su suavidad...

Salí encantada de allí, con una sonrisa. Y no hago más que abrir el cajón para mirar y tocar el fular, ¡estoy emocionada con él y tengo unas ganas locas de usarlo!.