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Oído en mi redacción. A cuadros.

Publicado el 14 enero 2013 por Itxasomardones @ItxasoMardones
Oído en mi redacción. A cuadros.


"Aunque se sufra como un perro, no hay mejor oficio que el periodismo"


(Gabriel García Márquez)
La redacción de un programa de televisión es un entorno hostil. Los periodistas somos una raza cruel. Nos caracterizamos por hablar demasiado, a bocajarro y sin filtrar nuestros pensamientos. Así que un día llegas a la redacción con tu único hallazgo de rebajas: una camisa de cuadros negra y mint (que dicen las modernas). Tu compañero - periodista-, sin filtrar, comenta: "pareces Coyote Dax".
Oído en mi redacción. A cuadros.
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Oído en mi redacción. A cuadros.
Oído en mi redacción. A cuadros.

Por suerte, lo que no te mata te hace más fuerte. Y después de una década lidiando con periodistas con discutible sentido de la cortesía, las críticas te hacen valiente. Apuestas por coyotedaxizarte y añades un enorme jersey de lana a rayas. ¿quién dijo que rayas y cuadros no casan?

Oído en mi redacción. A cuadros.

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Oído en mi redacción. A cuadros.
Tu espíritu de periodista aventurero inmune a las críticas te obliga a ir más allá. Al arriesgado conjunto le añades un trench verde ... militar. Y que hablen de una .... si puede ser, bien.
Oído en mi redacción. A cuadros.

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Y es entonces, cuando te has arriesgado hasta el límite de lo estilísticamente incorrecto, cuando empiezas a triunfar. Hasta el gran jefe se da cuenta de que la camisa es nueva. Primera sorpresa. El resto de los periodistas (siempre sin filtro) van acercándose para felicitarte por tu hallazgo de rebajas. Y la redacción vuelve a ser un entorno idílico.


Oído en mi redacción. A cuadros.

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Oído en mi redacción. A cuadros.

Oído en mi redacción. A cuadros.

Oído en mi redacción. A cuadros.
Porque lo mejor que tienen las redacciones de televisión es que los periodistas hablan sin filtro, no saben de cortesía  y te obligan, siempre, a superarte a tí misma.

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