Había no un mentirosos sino un infiltrado llevaba y traía información, nada mas y nada menos que un jugador en el campo del rugby, este jugador
una ves al día, en realidad todo el día llevaba información a los otros equipos sobre las jugadas del equipo al que este pertenecía, su cómplice era un
doctor, atendía las emergencias del equipo, su señal o clave para hablar era «nos vemos».
Sus día de vida estaba contados ya uno de los jugadores se había dado cuenta, una tarde de practicas llega la policía al campo y encontraron en un
asiento de las gradas el cuerpo del doctor.
nadie sabe; era aterrador para todos, doctor grito uno de los jugadores, el contó todo lo que sabia y dijo muchas palabras que nadie entendió, un
representare de la policía citó a este chico a una cafetería y le dijo al oído haces los correcto no tienes porque llorar, el jugador infiltrado amenazo
con su mirada, y se le acerco al policía y le dijo (igual al oído) usted no sabe lo que hace retírese, te doy treinta mil y no ha pasado nada.
El policía le contesto llevaras tu trasero a la cárcel cuando sea el momento, evangelizo así se llamaba el infiltrado un nombre tenebroso para un
tramposo, a evangelizo le gusta oír el ruido de las carreteras, abrir cerraduras de casas privadas y comprar helicópteros y tristemente a el no le gusta
el rutby, el hace todo por 44.000 euros.
continuara…