La diversidad de setas y hongos en la península ibérica es muy grande, tanto es así que existen miles de especies. De estas miles de setas y hongos tansolo unos pocos centenares son comunes, unas decenas tóxicos y algunos tienen una apariencia singular.
Este es el caso de el Falo hediondo (Phallus impudicus), un hongo con apariencia fálica que es bastante común en algunos bosques ibéricos. Hay gente que se come los esféricos esporóforos de esta especie porque se dice que aumenta la capacidad sexual. Los esporóforos se pueden comer cunado son jóvenes aunque al parecer no presentan tal cualidad. En la vejez, presenta un olor intenso y nauseabundo.
Otra de las especies curiosas es el clatro rojo (clathrus ruber), que tiene la apariencia de una celda esférica de color rojo.
Ahora vamos a una seta bastante conocida (sobretodo en Cataluña), el apagador, matacandelas o paraguas mayor (Macrolepiota procera). Una seta con apariencia de paraguas o sombrilla y que puede tener una altura superior a 30 cm. Es comestible y no debería haber confusión por su tamaño.
Otra que he recopilado es la colmenilla (Morchella esculenta) que sale en primavera. Es comestible.
Ahora presento a la seta coliflor (Saparassis crispa) un hongo comestible de apariencia bastante curiosa.
Y para finalizar he elegido la barbuda (Coprinus comatus) que segrega tinta en la madurez. Es comestible cuando no le ha salido la tinta.