Curioseando por las páginas que informan sobre estafas me sorprende la inmensa cantidad de gente que ha sido tan inocente como para dejarse estafar, pero me alucina todavía más que, no sólo se dejan estafar, sino que además dejan la puerta abierta a que les vuelvan a estafar otra vez.
Muchas de esas personas denuncian públicamente que han sido estafadas, con lo que llaman la atención sobre ellas mismas como futuros objetivos de nuevas estafas (si les han estafado una vez, es que son facilones), pero además algunas de esas personas dejan su correo electrónico para que se pongan en contacto con ellos otros afectados (ignoro si es que son masoquistas o si el refrán “mal de muchos, consuelo de tontos” tendrá algo que ver). Lo cierto es que, sin darse cuenta, se ponen a ellos mismos una diana en la espalda (para que todos los estafadores del mundo prueben puntería con ellos).
Imaginemos por un momento que soy un estafador. ¿No se dan cuenta que me lo ponen como coloquialmente se dice “a huevo”? Encima me dan su correo electrónico para que intente estafarles. Vaya chollo.
Sin necesidad de estar rascándome mucho rato la cabeza se me ocurre hacerme pasar por un hacker vengador que ofrece por email hacer la vida imposible al que les estafó por una pequeña cantidad de dinero. Con sólo pedirles entre uno y diez euros, teniendo en cuenta que hay miles de estafados, me podría hacer de oro.
Es de lo más sencillo. Me pongo en contacto con ellos haciéndome pasar por el hacker vengador. Les digo que a mi también me estafaron y que he decidido vengarme de todos los estafadores del planeta. Les ofrezco hacer la vida imposible al estafador a cambio de X euros (una cantidad pequeña para que piquen). Obviamente la cantidad que les pido no es para mí, sino para cubrir los gastos de los servidores que voy a utilizar para los ataques o para desarrollar un virus específico que destruya la página web desde donde se hizo la estafa o incluso puedo venderlo como que somos una sociedad secreta de hackers vengadores que estamos recaudando dinero con el sistema de crowdfunding para contratar servidores anónimos en diversas partes del mundo para lanzar los ataques.
Si les interesa solo tienen que facilitarme todos los datos que puedan sobre el estafador e ingresarme en mi cuenta de paypal el dinero que ellos quieran y yo les ofrezco cosas como tirar las páginas web de los estafadores, mandarles virus a los teléfonos que usan para hacer las estafas, enviarles un terrible virus que les funda los discos duros o que transfiera todo su dinero a cuentas de todas las ONGs del planeta. La lista de posibles venganzas es interminable y los estafados no saben que yo no soy un hacker ni tengo idea de cómo hackear nada y sólo pretendo sacarles todo el dinero que pueda.
Si alguno me pregunta qué tal ha ido el ataque, vale con decirle que tiré su página web hace tres días y que, aunque ya lo han solucionado, tuvo un cartel en portada durante siete horas diciendo que ese señor o empresa era un estafador (como fue hace tres días no hay forma de comprobarlo). Si me dieron el teléfono móvil del estafador puedo decirles que le he colocado un virus en el teléfono que desde entonces está enviando SMS a todas horas a números aleatorios para que su cuenta de teléfono sea millonaria y arruine al estafador (cosa tampoco comprobable).
Incluso, puestos a aparentar, les puedo decir que no puedo facilitar información sobre los ataques realizados porque esa información podría caer en manos de la policía y podrían encancelarme por haberme vengado de alguien en su nombre. Les digo que si quieren información queden conmigo para que se lo cuente de viva voz para que no queden rastros no sea que tengan pinchados nuestros correos o nuestros teléfonos (y ya me encargaré yo de que me invite a unos cafés o a unas cervecitas con una ración de algo mientras le cuento todas las milongas que se me vayan ocurriendo).
También aplicaré un poco de ingeniería social y les diré que soy un hacker serio y que bajo ningún motivo permitiré que alguien me utilice para vengarse del jefe o de algún enemigo. Por ello exijo pruebas irrefutables de que han sido estafados por la persona que tengo que atacar y que si no me demuestran que han sido estafados no realizaré ningún ataque. Esta postura me da seriedad y honorabilidad y así el pardillo de turno se olvida de que lo único que quiero es estafarle y sacarle el dinero.
Para acabar, sólo me queda decir que este no es un artículo en contra de los hackers, sino todo lo contrario. Los hackers, en ocasiones, serían los únicos que podrían ayudarnos cuando la policia o la justicia se muestran impotentes. Conozco algunos hackers que me han ayudado dandome buenos consejos informáticos y ayuda desinteresada así que aprovecho también este artículo para romper una lanza en pro de todos esos buenos hackers que, me consta, existen.
Pero como este artículo va sobre avisar cómo se puede estafar a la gente, he utilizado el recurso del hacker porque son misteriosos, se dice que muy poderosos y que pueden hacer mucho daño, y los estafados claman “venganza” a los cuatro vientos sin darse cuenta que pueden estar siendo estafados por segunda vez.
¿Se imaginan el goteo de euros a mi cuenta de paypal? Teniendo en cuenta que hay miles de estafados en Internet con ganas de venganza…