Hoy se ha hecho pública una carta que el papa Francisco ha enviado a los nuevos 21 cardenales. Es un texto breve, pero con palabras hondas. En su escrito, pide de ellos una disposición concretada en tres rasgos: Ojos altos, manos juntas, pies desnudos. He aquí sus palabras:
- Ojos altos, porque tu servicio exigirá ampliar la mirada y ensanchar el corazón, poder mirar más lejos y amar más universalmente con mayor intensidad. Entrar en la escuela de su mirada —Benedicto XVI— que es el Costado abierto de Cristo.
- Manos juntas, porque la Iglesia lo que más necesita —junto con el anuncio— es tu oración para apacentar bien la grey de Cristo. La oración, que es el ámbito del discernimiento para ayudarme a buscar y hallar la voluntad de Dios para nuestro pueblo, y seguirla.
- Pies desnudos, tocando la aspereza de la realidad de muchos rincones del mundo embriagados de dolor y sufrimiento por la guerra, la discriminación, la persecución, el hambre y numerosas formas de pobreza que te exigirá tanta compasión y misericordia.
Estas tres actitudes las toma de un precioso poema de Francisco Luis Bernárdez, poeta argentino, titulado «Estampa de S. Jua de la Cruz», que reproducimos aquí:
Estampa de S. Juan de la Cruz
Manos hondas como el mar desconocido.
Ojos ciegos, ojos sordos, ojos mudos.
Pies que van hacia el amor por el olvido.
Manos juntas, ojos altos, pies desnudos.
Pies sedientos de alcanzar al ciervo herido.
Ojos limpios de recuerdos y preguntas.
Manos solas como pájaros sin nido.
Pies desnudos, ojos altos, manos juntas.
Manos vivas para el cielo prometido.
Pies exentos de temor y sobresaltos.
Ojos muertos para el mundo sin sentido.
Manos juntas, pies desnudos, ojos altos.
Francisco Luis Bernárdez