Ojos de fuego: Lo que podría haber sido

Por Victor Fernández

Nueva adaptación de Stephen King a la vista, punto de partida que a cualquier fan del género fantástico o de terror le interesará. Ojos de fuego es la segunda adaptación, y por lo tanto remake, de uno de los libros más superheróicos del prolífico autor norteamericano. Partiendo de esto, evitando mucho más el terror y acercándose de algún modo a las bases de Carrie pero con mayor infantilismo, la película juega a modernizar la historia, traerla al presente, pero con ciertas formas del pasado, más concretamente del cine ochentero del que parte la primera adaptación, dirigida por Mark L. Lester en 1984. Ojos de fuego: Lo que podría haber sido Andy y Vicky llevan más de una década huyendo en un desesperado intento de esconder a su hija Charlie de una oscura agencia gubernamental empeñada en aprovechar su poderoso don como arma. Andy enseñó a Charlie cómo dominar su extraño poder, desencadenado normalmente por la ira o el dolor. Pero cuando Charlie cumple 11 años, el fuego es cada vez más difícil de controlar. Después de que un incidente inesperado revele la ubicación de la familia, un misterioso hombre sale en busca de Charlie para hacerse con ella de una vez por todas. Pero Charlie tiene otros planes. Ojos de fuego: Lo que podría haber sido Es muy difícil hablar de una película que ofrece tan poco. Tras un inicio sugestivo, donde lo fantástico tiene una rápida aparición y los créditos postulan a un imaginario llamativo del cine de serie b ochentero (algo parecido al de la última película de James Wan, Maligno), la película comienza a desarrollar su trama con cierta inocencia, pero muy poca proyección. Exceso de planos cortos y un montaje al que parecen faltarle piezas del puzle, la película avanza con dificultad y algo de arbitrariedad en un universo que no se nos muestra con interés.Por suerte, tiene sus destellos de calidad en la música de ese genio llamado John Carpenter. Su toque es palpable en las partituras y eleva algunos momentos hacia un cine de verdadera creencia en el imaginario fantástico. El dibujo de algunos personajes, sobre todo los villanos, también intentan navegar por esa especie de inocencia maligna y caricaturesca, pero hasta el desenlace final no vemos un verdadero interés por rodar la acción con algo de coherencia, incluso da la sensación de que se nos ocultan cosas al espectador, pero sin ofrecer otras a cambio.Ojos de fuego es una película extraña, fallida, donde uno nunca llega a entender que se nos quiere contar, incluso tenemos la sensación de que está inacabada. Parte de una idea interesante, pero ni el lado fantástico llega a jugar con la inocencia y diversión de una película intrascendente, ni su intrahistoria llega a profundizar en reflexiones morales como las que sí podían contemplarse en otra historia de King, con algunos puntos en común, como es Carrie. Bastante olvidable.