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Ok, Shonda...

Publicado el 08 mayo 2010 por Antara_adachi
Ok, Shonda...
Para nadie es un secreto que Grey’s Anatomy (y Private Practice, ya que estamos) es una serie que se escribe a los trancazos. Lo mismo puedes tener un episodio muy bueno que retoma el mejor espíritu de la serie, como un bodrio de proporciones épicas del estilo del inicio de la sexta temporada. Encima, quien ve Grey’s Anatomy tiene que saber que en cualquier momento algún actor abandonará la serie por cosas que pasan fuera del set, o simplemente porque no son lo suficientemente lindos como para ser lesbiana. Así las cosas, yo veo la serie con mucho cuidado y maldiciendo a Shonda Rhimes, que así se disfruta más. XD
Spoilers a saco hasta el 6x21 de Grey’s Anatomy.
Hemos llegado casi al final de la sexta temporada con el siguiente panorama:
Meredith Grey ya casi no habla, no nos da problemas ni indecisiones, parece haber tomado esto del matrimonio de una forma madura y a veces se apunta un buen diálogo con Cristina que nos hace revivir los mejores momentos de la serie. Su único problema en la vida es que ahora es la esposa del jefe y a veces debe quedar mal con él o con los amigos, eligiendo uno de los dos bandos. Es curioso que los escritores den esta disyuntiva a Meredith y no a Derek, pero acepto que por encontrarse ella en la mitad esto sea así.
Ok, Shonda...
Estoy por creer que lo odioso que nos parecía Richard Webber venía con el puesto, porque Derek Sheperd ha heredado todas las mañas de autoritarismo, egoísmo e ínfulas de perfección que el antiguo jefe del hospital. Si antes quería que Richard fuera arrollado por un camión, ahora le puedo perdonar la vida si a cambio se llevan a Derek o lo cambian de posición. O se escriban algo serio sobre este personaje. O que venga Addison y le hale las orejas (aunque bien debería Meredith saber hacerlo, ya que es la mujer actual). En fin.
Cristina Yang está de vuelta, señores. Con su profunda ambición como cirujana, su cinismo, su falta total de tacto y sus salidas humanas que de vez en cuando nos muestran su lado más sensible. Lo único malo que le encuentro a ella es Owen Hunt, el pelirrojo con el que sale, de quien no me queda claro si es el actor el sobreactuado o el mismo personaje.  Hay que ver lo que hemos tenido que aguantar los traumas de Owencito en la guerra, donde también estuvo Teddy, la chica que siempre deseó. Nada, que nos mortifica la vida, que deje ya a Cristina y a Teddy en paz para que ellas se vayan con sus respectivos (Jackson Avery y Mark Sloan).
Ok, Shonda...
Buen futuro le veo yo a la relación entre Alex Karev (que cada vez me gusta menos) y Lexie Grey (que cada vez me gusta más). En el último episodio vimos que Alex ya firmó los papeles del divorcio con Izzie (un minuto de silencio, por favor) y esto deja el camino libre para que la parejita pueda pensar en algo más importante. Hemos visto crecer a la pequeña Grey y hasta imponer los límites en su relación con Alex; hasta el cabello rubio lo ha empezado a llevar mejor y se nota la madurez en su andar y en su carrera. Venga, es una Grey, hay que invertir en ella porque es la heredera del nombre de la serie.
Ok, Shonda...
Callie Torres parece que se nos quedó lesbiana. Resultó que después del penoso episodio que vivimos al ver partir a Erica Hahn no se devolvió al lado de los chicos, sino que una chica robó su corazón: la genial, inteligente, bella, carismática y en patines Arizona Robbins. Capítulos enteros de Grey’s Anatomy nos ha salvado Arizona. Pues desde hace unos capítulos la trama de las chicas ha girado alrededor de la incompatibilidad que tienen las Calzona en el tema de tener descendencia. Mientras Callie sueña con tener un bebé, Arizona sueña con un estado permanente de vacaciones. Y debo confesar que ante la posibilidad de que Shonda se cargara esta pareja, yo dije que abandonaría la serie directamente y sin mirar atrás si esto ocurría.
Y llegó el episodio 6x21 y pasó lo que temíamos: Arizona y Callie han roto, pues una está imposibilitada de avanzar en ese apartado y la otra de retroceder y lo mejor es que no sigan juntas, para no obligar a ninguna a hacer lo que no quiere. ¿Y saben qué?
¿Saben qué?
Que estoy de acuerdo, que me creí toda la escena, que así hablamos algunas parejas en nuestra intimidad. Lo sé, yo pensé que sería la primera en protestar por el rompimiento de las chicas, pero con suerte ahora no tendremos una pareja lésbica sino dos chicas lesbianas revoloteando por el hospital, ya sea buscando nuevas conquistas o luchando por salvar su relación. Porque créanme, jóvenes, que esto no tiene todavía su punto final, se quieren demasiado. Un detalle muy importante para anotar es que Callie piensa en otras chicas para su futuro. Lesbiandad 1 - Bisexualidad 0
Ok, Shonda...
¿Y Miranda? Bien gracias, ella siempre está perfecta. Aunque si le van a inventar historias artificiales de cenas de una noche con médicos guapos, bien podrían seguirnos mostrando (o al menos contando) qué pasó. O no mostrarnos nada.
¿Y tú qué piensas? Déjame un comentario en el blog.

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