Mientras en casi todo el mundo Papa Noel llega todos los 25 de Diciembre para colarse por la chimenea y llenar de regalos a nuestros peques, en el País Vasco los niños esperan ansiosos la llegada del Olentzero.
Fuente: Wikipedia
Quién es el Olentzero
El Olentzero es un carbonero un poco borrachín y tragoncete que pasa todo el año en los montes vascos y en Navidad baja a los pueblos para entregar regalos a los niños pobres o huérfanos.
Su historia
Existen varias versiones de la historia del Olentzero, unos han querido fomentar la idea de un carbonero sucio, comilón y borracho al que los niños tenían miedo y se escondían cada vez que bajaba al pueblo. Pero yo, muy al contrario, prefiero creerme la historia que os voy a contar, la historia de un Olentzero bonachón y campechano que dedicó su vida a hacer juguetes para los niños sin familia. Esta versión de la historia comienza con un hada muy bella que vivía en los montes de Euskal Herria. Allí se encontraba un día paseando con su duende, llamados Prakagorri, cuando éstos notaron que algo se movía entre las hojas, de repente se encontraron a un bebé abandonado al que el hada dijo:
“tu nombre será Olentzero, porque es una cosa maravillosa haberte encontrado. Y por este acto te daré los regalos de Fuerza, Coraje y Amor, por todo el tiempo que tú vivas“.
Fuente: objetivogipuzkoa.diariovasco.com
Así, el hada cogió al bebé y decidió dejarlo a las puertas de una casa cuyos dueños no tenían hijos. Cuando el señor de la casa salía por la mañana a trabajar, se encontró con el pequeño en la puerta y se lo enseñó a su mujer. Esta pareja había querido tener hijos y no habían podido así que les cautivó la idea de cuidar al pequeño. Olentzero tuvo una infancia muy feliz en los bosques, se dedicaba al carbón y ayudaba a su padre. Pero con el tiempo y como es Ley de vida sus padres fallecieron y el pobre Olentzero se quedó solo en el bosque hasta que un día decidió que, tal y como sus padres habían hecho con él, quería dedicar su vida a ayudar a los niños pobres y huérfanos, así que se puso a hacer juguetes de madera, los metía en un saco y cada vez que bajaba al pueblo a vender el carbón les entregaba los regalos y se quedaba jugando con ellos y contándoles historias, igual que hacía su padre con él. Esto lo estuvo realizando durante muchos años hasta que un día hubo una tormenta colosal y se incendió una casa, dentro de ella había unos niños pidiendo auxilio y Olentzero decidió entrar a salvarles sacándolos por la ventana, con la mala suerte que cuando él iba a salir una viga le cayó encima y se murió. En ese momento, el hada que años antes lo había encontrado abandonado en el bosque, apareció y le dijo:
“Olentzero, tú has sido un buen hombre, lleno de fe y de buen corazón. Has dedicado toda tu vida a hacer cosas para los demás, y has dado hasta tu propia vida para salvar a otras personas. Por lo tanto no quiero que te mueras. Yo quiero que vivas para siempre. De ahora en adelante harás juguetes y otros regalos para los niños que no tienen padres y en todos los rincones de Euskal Herria“
Y es por esto que desde entonces, todos los años los niños vascos escriben la carta al Olentzero con sus deseos y éste, baja a los pueblos entregando regalos a todos los pequeños…