Olentzero eta iratxoen jauntxoa (Gorka Vázquez, 2.011)

Olentzero eta iratxoen jauntxoa (Gorka Vázquez, 2.011)

Ficha:

Título Original: Olentzero eta iratxoen jauntxoa.
Director: Gorka Vázquez.
Guionistas: Gorka Vázquez, Beatriz Iso, Segundo (Txetxu) Altolagirre.
Intérpretes: No hay actores (Animación).
Productores: Eduardo Barinaga, Karmelo Vivanko.
Fotografía: No hay (Animación), Andoni F. García.
Música: Joserra Gutiérrez.
Montaje:
Nacionalidad: España.
Año: 2.011.
Duración: 69 minutos.
Edad: Todos los públicos.
Género: Animación, Familiar, Fantástica.
Distribuidora: Barton Films, S. L.
Estreno: 02-12-2.011.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, En euskera.
Espectadores: 18.050.
Recaudación: 86.248,34 €.
Calificación: 5,733.

Sinopsis:

El único niño que conoce a Olentzero, ha cumplido su deseo de convertirse en su ayudante. Ahora comenzará barriendo el almacén mágico, donde trabaja este carbonero que hace realidad los sueños de los más pequeños de la casa. Algo disgustado por este primer encargo, el niño dejará salir de su encierro a Iratxo, un malvado duende. Dicho ser comenzará a causar problemas en el pueblo, por lo que el niño tendrá que usar todo su ingenio para atraparlo.

Comentario:

En 2.002, el Olentzero debutó en el cine de la mano de Juanjo Elordi en “Olentzero: un cuento de Navidad”. Nueve años después, el carbonero vasco que trae regalos a los niños por Navidad, algo así como el Santa Claus de Euskadi, protagoniza su cuarto largo de animación. En esta ocasión, recibirá la solicitud de Anje, un niño que quiere convertirse en su aprendiz para ayudarle a repartir los juguetes. Olentzero aceptará, con la única condición de que el niño no se acerque a la jaula donde vive el malvado duende Iratxo.

Crítica:

14-12-2.011 – JOSU EGUREN

Cargado de ilusión

Vuelve Olentzero, el hombre del saco de los regalos, uno de los perfiles más reconocibles del cine de animación de esta tierra que, desde aquel momento en el que emprendió el camino de la digitalización forzosa, sepultó el recuerdo de los buenos viejos tiempos, los de “Karramarro uhartea” e “Ipar aizearen erronka”. Los lápices son caros, volver al pasado imposible, de ahí que la fortuna del penúltimo reciclaje de nuestro carbonero mungiarra dependa del buen desempeño de un director que debuta al mando de la franquicia infantil. El veredicto es sencillo: cumple, con nota, su cometido. Y no es fácil, ¿saben? Porque cargarse de ilusión para dirigir un proyecto de encargo que tiene garantizado su estreno -de aquella manera- es un hándicap que Gorka Vázquez supera poniendo énfasis en el lenguaje, la planificación y los ‘movimientos’ de cámara, argumentos que se vuelven más perceptibles a medida que el ojo vago del espectador censura la estaticidad de unos personajes anímicamente rígidos.

El mensaje de “Olentzero eta iratxoen jauntxoa” es el del siempre -no puede ser de otra manera-, pero el tono es distinto, aunque las artes para conseguir este efecto incluyan la folklorización de unos diseños ajenos instantáneamente reconocibles. Saluden a Gollum y Burro, y ríanse (de verdad) con los parientes lejanos de Statler y Waldorf y sus burlas desde el palco privilegiado de un baserri. Todo esto antes, durante y después de emprender una aventura que nos pone tras la pista de Iratxo, un duende maligno empeñado en poner a Olentzero y Anje (su ayudante) en apuros.

Puestas a un lado buena parte de las erráticas intenciones de los primeros capítulos protagonizados por Olentzero, a medio camino entre el político rural y el sindicalista, “Olentzero eta iratxoen jauntxoa” se lanza a tumba abierta en pos de una aventura con la que es fácil conectar de inmediato, especialmente, si se cierran los ojos a las limitaciones presupuestarias mientras se abren los oídos a una banda sonora exquisita.

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