Por Rafael GONZÁLEZ ZUBIETA
Sevilla 25 de abril de 2011.Primera de Feria. Se lidiaron seis toros de Herederos del Conde de la Maza, mal presentados descastados y mansos.1º/ Descastado sin humillar. 2º/Manso con mucho peligro.3º/Con nobleza se dejó manejar. 4º/ Noble y sin fuerza. 5º/Sin clase ni casta. 6º/Noble con muy poca fuerza. LUIS VILCHES: Silencio en sus dos toros. IVAN FANDIÑO: Silencio y silencio. OLIVA SOTO:Ovación con saludo desde el tercio y silencio tras aviso. Entrada: algo mas de media plaza en tarde nublada y ventosa.
El torero de Camas Alfonso Oliva Soto no ha llegado a Sevilla este año con la lección aprendida tras su fracaso con la espada del año pasado. De nuevo demostró que es un torero con pellizco, mucho arte y sentimiento. Un torero distinto porque en su interior lleva lo que muchos otros no tienen: personalidad, embrujo y arte. No es lo mismo recibir una ovación con saludo desde el tercio que cortar una oreja, y eso fue lo que ayer ocurrió en la Real Maestranza de Sevilla, que falló estrepitosamente con la espada en los dos toros de su lote.
A su primero lo toreó con belleza y arte con la dos manos. Concretamente dio una serie de naturales que inundó de olor a azahar los tendidos de la Maestranza. El toro, que estuvo a punto de ser devuelto por blandear en el caballo, se vino arriba y repitió con movilidad aunque sin terminar de humillar lo que debiera, defecto que suplió el torero con esa torería que lleva dentro. Sufrió el camero una voltereta a ser empalado por el toro. Tras la voltereta cambió de mano y ahí surgió la magia del toreo. Varias tandas de naturales excepcionales, largos y lentos que levantaron el ánimo al respetable. Acabó con otra serie con la derecha iniciada con trincherazo, dos redondos y otro cambio de manos de antología. Faena corta pero intensa que no tuvo recompensa al fallar con la espada. Al sexto toro de menos clase que el tercero, apuntó de nuevo su torería pero de nuevo la espada le traicionó. La sensación que dejó tras su actuación, es un deseo colectivo de volver a verlo torear el miércoles 27 con los toros de Alcurrucén, pues Oliva Soto lleva mucho arte dentro.
Luis Vilches toreo muy bien a la verónica en sus dos toros. Al primero, que desde la salida se orientó por su mansedumbre, no supo corregirle los defectos al no cruzarse el torero con él. Faena larga con muchos amagos pues el toro vio desde el principio que tras los engaños estaba el torero. El cuarto toro lo brindó al público aunque nada pudo hacer ante la falta de fuerza del astado.
Iván Fandiño pasó ayer de puntillas por Sevilla, sin hacer ruido ni nada. Su primer toro tuvo peligro en sus embestidas, se quedaba corto y estuvo a punto de robarle la cartera en varias ocasiones, a base de gañafones y cabezazos, síntomas de una pregonada mansedumbre. El torero estuvo muy dispuesto toda la tarde, pero le tocó el peor lote de los tres y ante toros como los que tuvo en suerte... poco se puede hacer.