Si no me he equivocado al colocar el enlace, quien pinche la pequeña fotografía que ilustra este apunte podrá acceder a la página del programa de Canal Plus, emisión francesa, "Salut, les Terriens!" o lo que es lo mismo en nuestra lengua: "¡Hola, terrícolas!"
Ya bien temprano supe, a través de otra publicación electrónica, que en la tarde de hoy Olivia Chaumont, buena amiga, tendría una intervención en un programa televisivo de considerable audiencia.
Dejo expuesto el enlace con la entrevista a disposición de quienes en este momento hablan francés o lo entienden; y también para aquellos y aquellas que sé que están planteándose el aprendizaje o se han volcado ya de lleno, bien en recuperar las nociones que les suministraron en la infancia, bien en adquirir el conocimiento más o menos pleno de la vecina lengua.
He escuchado a Olivia con una sonrisa de satisfacción que no se me ha borrado de la cara hasta que ha sonado la sintonía de cierre del programa. Ha habido además un momento que me ha provocado cierta emoción, quizá por haberlo compartido con ella y con otros buenos compañeros de fatiga a los que anhelo volver a ver: Se habla del Gran Oriente; de la primera mujer miembro del Gran Oriente; por el presentador se enuncia incluso la existencia de un gran avance "habéis hecho feminismo", llega a decir al confirmarle Olivia que mujeres y hombres van ya en el mismo barco. Y se escuchan los aplausos del público.
Me ha gustado reencontrarme con la mirada luminosa de Olivia Chaumont, una mujer valiente y admirable. Me ha gustado escucharla narrar su experiencia vital, su lucha, y decir, llegado el momento de contar esa otra"historia" de la que aquí nos ocupamos el año pasado: "Yo no soy un problema, soy un ser humano al que hay que dar una respuesta humana".
Gracias, ciudadana. Merci de ton courage et example, ma très chère soeur.Et si omnes, ego non.