Revista Cultura y Ocio
Francmasonería
*Transición en el Gran Oriente
Una pequeña revolución en la casa de los "hermanos": El Gran Oriente de Francia, la principal organización masónica francesa, ya no está reservada a los hombres; y la primera mujer en presidir una de las "logias" de esta institución hasta ahora masculina, es una transexual, Olivia Chaumont.
Texto de Marc Endeweld Fotografía de Stéphane Lavoué para Têtu
Têtu. Noviembre de 2010.- Apenas hace unos meses, en el Gran Oriente de Francia, la principal obediencia masónica francesa, las mujeres no eran aceptadas sino como "visitantes" entre los "hermanos" (así es como se denominan los frnacmasones entre ellos). Toda una paradoja para estos encarnizados defensores del laicismo y de los valores de la República: El "G.O." era desde su fundación, hace ya dos siglos y medio, exclusivamente masculino y la mayoría de sus cincuenta mil miembros estaba bien a gusto, aunque el debate sobre la composición mixta fuera cada vez de más calado en algunas de las "logias" -o talleres de reflexión- con que cuenta el Gran Oriente.
Sin embargo, a comienzos del año 2010, la historia de Olivia Chaumont trastornó las costumbres de este bello mundo... Cuando fue "iniciada", en el año 1992, esta arquitecta urbanista era físicamente un hombre. Años más tarde terminó aceptando su transexualidad e inició un proceso de transición hasta llegar al momento de desvelar su situación ante los hermanos de su logia, allá por el año 2005. "Un día tomé la palabra -cuenta Olivia-. Tengo que deciros algo..." Los valores humanistas y de tolerancia de la francmasonería se confrontaron con la realidad. Todos respondieron al unísono: "Esto no forma parte de los usos, pero nos da lo mismo. En todo caso la "mixtidad" en el Gran Oriente llegará un día u otro..."
Su nuevo estado civil, aceptado por sus "hermanos", tenía no obstante que ser asumido por la administración del Gran Oriente... Una nueva prueba. Aunque Olivia está acostumbrada a pelear. Siendo más joven, cuando tomó conciencia de su verdadera identidad, la sociedad distaba mucho de ser la de hoy día. Era una época en la que la homosexualidad todavía era considerada una enfermedad mental, y la transexualidad descaradamente ignorada. "Sencillamente, el término no existía en mi vida, en mi entorno -recuerda Olivia-. Hoy día hay asociaciones, también cierta mediatización... En este sentido he llevado una vida "clásica", rechacé mi transexualidad, aunque en el fondo sabía que algo no marchaba. Durante mucho tiempo guardé en secreto lo que sentía realmente, cubriéndolo con un pesado manto de silencio."
Cuando rondaba los treinta años, Olivia se dio cuenta de que no era la única en sentir lo mismo: "Digamos que habían llegado, una tras otra, varias olas, hasta que un día llegó una más grande. Y, a pesar de que se sabe que se corre el riesgo de perder cosas, nos lanzamos porque en el fondo sabemos que vamos hacia algo que nos permitirá sentirnos mejor."
En 2008 cambió oficialmente de estado civil. "El Gran Oriente se vio enfrentado a un dilema. Porque si la institución me reconocía, aceptaba una mixtidad de facto. Y también en esa época, algunas logias que ya habían esperado bastante, iniciaron a seis mujeres de una forma considerada "salvaje". Finalmente, en el pasado mes de febrero, la dirección me optó por reconocerme como mujer. Esa fue la brecha ¡Porque bastaba con que hubiera una hermana!"
En el mes de septiembre, la propia Olivia llega a ser la "venerable maestra" de su logia, es decir, que pasa a presidirla y a representarla ante todas las instancias del Gran Oriente de Francia. Además, en el último "convento" (la asamblea general) que tuvo lugar entre los días 2 y 4 de septiembre, fue la única mujer entre mil doscientos hombres . "Cuando tomé la palabra, era la primera vez que una mujer hablaba en nombre de una logia del Gran Oriente desde 1773, fecha de su creación. Y el tema de la mixtidad además se viene planteando desde 1901..."
Los francmasones se toman decididamente su tiempo... y si el convento ha confirmado la apertura del Gran Oriente a las mujeres, todo se está haciendo con cierta discreción: "De hecho, nada en los textos se opone a la iniciación de las mujeres -precisa Olivia-. Así que el convento decidió que las logias eran libres de actuar como mejor entendieran." Lentamente, el Gran Oriente recupera el tiempo perdido, del mismo modo que sucede con otros temas de interés social (gestación por tercera persona, matrimonio gay...): "El Gran Oriente de Francia no va por delante de la sociedad, como sucedió en otro tiempo. Hace falta que sea el que de nuevo aporte soluciones de libertad." Entre tanto, Olivia milita a favor los derechos de las personas transexuales, especialmente ante la Asamblea Nacional y el Senado a diferentes niveles: mejoras en el proceso médico de transición -que no siempre es sencillo-, facilitar la modificación del estado civil...También tiene que pelear en el ámbito de su profesión: "Ahora ya sé qué significa ser mujer en un medio como el de la construcción y las obras públicas. Las mujeres no son tratadas en pie de igualdad en nuestra sociedad..."
Los francmasones dicen trabajar por la emancipación de todos: así que ¡todavía queda mucho por hacer!
Noviembre 2010 Têtu news, páginas 136 y 137.Nº 160
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Têtu es una publicación francesa muy similar a aquella desaparecida en España no hace tanto tiempo y cuyo nombre todo el mundo recordará, Zero. La revista, toda una referencia en el país vecino, publicó en el número del mes pasado una entrevista con Olivia Chaumont.
Una vez más -y lo hago con un sentimiento de orgullo- traemos a Memoria Masónica la palabra de esta mujer valiente, entregada a la que es una de las grandes luchas de la humanidad: la igualdad de todo ser humano.
* Traducción realizada por el autor de este blog.
Et si omnes, ego non.