Revista Cómics

Olvidados Marvel: Marvel 2099 (II) El 2099 más allá de Doom

Publicado el 06 mayo 2015 por Celesj

Inicialmente la reseña original iba a tratar únicamente de Doom 2099, pero conforme la fui escribiendo me pareció  necesario realizar un pequeño resumen, por extenso que me pudiera quedar, del resto de series de este futuro distópico de manera que todos podamos referenciarlo un poco mejor.1-3

Creo que la línea Marvel 2099 se puede considerar un experimento fallido. Fallido, porque no supo terminar de explotar todo el potencial que atesoraba, todo el inmenso caudal de ideas y conceptos, tanto físicos como filosóficos, que se adivinaban entre líneas. De la remesa inicial, sobre todo Spiderman 2099 pero también Doom 2099 respondieron plenamente al concepto planteado, mientras que Punisher  y Ravage  fueron más rémoras que motores, sobre todo la segunda.

¿Qué decir de Spiderman 2099? Puro Peter David. Una maravilla de ocurrencias, giros inesperados y desarrollo de personajes, con un Rick Leonardi al dibujo en plenitud de facultades, espectacular, buen narrador y todoterreno. Nadie debería perderse esta serie si tiene la oportunidad de revisitarla. Buque insignia del 2099, fue la encargada de mostrarnos de cerca el mundo corporativo encarnado en la todopoderosa Alchemax y la vida de la gente de a pie en Manhattan, tanto en los niveles superiores como en los inferiores. Bajó un poco el nivel con la marcha de Leonardi, pero siguió siendo fresca y divertida.

Punisher 2099 nos sirvió para darnos cuenta del corrupto sistema policial y judicial del 2099, de lo desasosegante de la vida diaria de sus habitantes a través de los ojos del obsesionado agente del Ojo Público Jake Gallows, y mostrarnos los avances tecnológicos que se habían desarrollado en armamento.  Sin embargo el desarrollo de la idea inicial no terminó de encajar bien y la serie fue dando ciertos bandazos que terminaron por hacerla totalmente irregular. Tan pronto el protagonista parecía un tipo metódico como de repente separaba sus personalidades como un Marc Spector cualquiera, para luego olvidarlo. Pat Mills a los guiones  no dio realmente el nivel, y Tom Morgan distó mucho de ser un dibujante ideal, aunque se las arregló para conferir un estilo personal e intransferible a la serie. De sus sustitutos mejor no hablamos. Con todo, y aunque nadie debería considerarla entre sus prioridades lectoras, no es una serie totalmente desastrosa, y hay capítulos con moralejas interesantes.

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Desastrosa es Ravage 2099, inicialmente a cargo de Stan Lee y Paul Ryan. Se centró en las monstruosidades y atrocidades genéticas resultantes de la manipulación del medio ambiente y la acumulación de residuos venenosos, destacando los amorfos mutroids, si bien hasta que no se marchó Stan Lee y llegó Pat Mills la serie no se pudo empezar a leer sin sonrojarse.  Quizá sea la más alejada del núcleo central, y si decía que Punisher daba bandazos, el pobre Paul-Phillip Ravage es que no hacía otra cosa, siendo el personaje inicial absolutamente irreconocible al final de la serie. Desde el inicial ejecutivo de Alchemax hasta la Bestia horriblemente deformada del final, pasaron una serie de argumentos e historias que iban dando giros y giros sin mucha dirección. Honestamente no puedo recomendarle a nadie que se lea estas desagradables historias ni por curiosidad.

Con el lanzamiento de X-Men 2099 añadieron un seguro comercial aunque la temática no fuera la habitual mutante, siendo esta versión más una banda desorganizada que un grupo al uso, y por mucho que tuvieran un trasunto de Xavier al mando las personalidades del resto de componentes del grupo no pasaban de las arquetípicas.  Fue la serie más estable creativamente hablando, ya que fue realizada íntegramente por John Francis Moore y Ron Lim salvo los últimos cuatro números, cuando todo se estaba degradando ya, y eso hace que conforme avanzara  fuera mejorando mientras los autores le cogían el gusto a los personajes. El mayor hallazgo de esta etapa estriba en sus enemigos principales: el Teatro del Dolor, dedicado a extraer las mayores angustias y miedos de sus víctimas, mutantes o no, y proyectarlos en red para sus enganchados clientes ricos, adictos a esas sensaciones. Todo muy tétrico y desagradable. Como ver Sálvame Deluxe o el Gran Hermano VIP. Eso y la idea de reunir a todos los mutantes en un solo lugar a modo de santuario, llamado Halo, para conformar la Nación-X mucho antes de que Cíclope decidiera hacer algo igual en tiempos más modernos. Como se ve, Marvel no para de reciclar ideas antiguas. Pero aunque no haya tampoco nada totalmente incorrecto en esta serie, la palabra para definirla sería… mediocre.

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Todo lo contrario que Ghost Rider 2099. Nos mostró en toda su crudeza el lado más cyberpunk y macarra de este futuro con una Transverse City edificada a lo largo de toda una autopista elevada de veinte carriles de ancho y diez pisos de altura entre lo que fue Detroit y lo que fue Chicago, cuyos ciudadanos se ordenaban  por castas según el nivel en el que vivían. Es un cómic plagado de experimentación gráfica y con muchos méritos a su favor, con un Len Kaminski a los guiones que recuerda más a los cómics actuales que a los de su propia época. Kaminski se adaptó al futuro imaginando cómo se habría modificado la manera de hablar de los personajes, mucho más tecnológica, e intentando ambientar al lector mediante recursos metaficcionales.  Si a eso le añadimos los dibujantes que le tocaron en suerte, como Chris Bachalo, Mark Buckingham, Kyle Hotz o una Ashley Wood absolutamente experimental, nos encontramos contra todo pronóstico con que es el título que deberías leer si te acercaste a Spiderman 2099 y Doom 2099 y te quedaron ganas de más. Aquí Ghost Rider no es un elemento sobrenatural sino tecnológico, pero de esa tecnología sucia, llena de cables, grasa y empalmes, y si puedes leerlo mientras escuchas tus mejores CD´s de Heavy Metal estarás perfectamente ambientado para lo que te vas a encontrar.

La expansión del Unlimited 2099 y un innecesario  aunque correcto  Hulk 2099 quizá ya estiraron demasiado el invento.   Y eso sin contar que decidieron traerse a los 4 Fantásticos del presente a este distópico futuro. De X-Nation 2099 mejor no hablar, con un primerizo Humberto Ramos a los lápices en sus primeros números…

La implosión fue inevitable. Una a una, poco a poco, fueron cayendo todas las series y sucumbiendo a la cancelación.  Se trató de continuar este universo en la serie genérica 2099:World of Tomorrow a cargo de Joe Kelly y Ben Raab, que recogía a todos los personajes y tramas que quedaron colgadas de las series regulares individuales, basándose sobre todo en los anodinos personajes de X-Nation.  El experimento duró solo ocho embrollados números más, aunque Marvel tuvo la decencia de proporcionar un final honroso a los seguidores de este universo con un último especial, 2099: Manifest Destiny al que le faltaron algunas páginas más, que cerraba definitiva y felizmente su historia con Len Kaminsky a los guiones y Mike Mckone a los lápices, en el que nos mostraron cómo Miguel O´Hara cumplía finalmente la promesa que inadvertidamente sobrevolaba el universo 2099: Thor era realmente el salvador. Y Miguel era dignísimo de su legado y martillo…

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Quizá este mundo era demasiado denso y complicado  para el lector de la época, empeñado en recibir historias más simples.  Quizá el éxito inicial los hizo demasiado ambiciosos, y un Universo más comedido hubiera permitido  una vida más larga a la línea. Quizá la bajada de ventas empujó a ese Universo a una espiral de acontecimientos de la que era imposible salir, una huída hacia adelante para ver si la siguiente catástrofe superaba  a la anterior.  Por autores no sería: Peter David, Rick Leonardi, John Francis Moore, Warren Ellis, Pat Broderick, Chris Bachalo, Len Kaminski, Pat Mills, Mark Bukingham, Ashley Wood, Steve Pugh, Paul Ryan, Ron Lim, Gerard Jones, Joe Kelly, Tom Peyer… ¡incluso Stan Lee y John Buscema! Casi todos buenos nombres y poco autor “hot” del momento.  Cuando despidieron al editor de la línea Joe Cavalieri en mitad de la implosión Marvelita general, todos los autores salieron en desbandada en solidaridad con él y fue realmente el fin anticipado de la línea.

La conclusión final es que el Universo 2099 se desaprovechó totalmente. La diferencia entre las series buenas, como Spiderman, Doom o Ghost Rider, y las malas, fue realmente abismal. Si se hubiera podido mantener un mínimo de calidad y coherencia en el resto de cabeceras el 2099 podría haberse mantenido de una manera muy digna, porque los conceptos y situaciones planteadas a origen eran muy interesantes a todos los niveles, un mundo futuro muy bien trabajado ¿Demasiado pesimista para que el aficionado aceptara que era el “futuro oficial de Marvel”?  Con todo, la imagen que se tiene actualmente del Universo 2099 como algo casi unánimemente desechable como una noventerada más, a mi juicio es totalmente injusta y desmedida, porque este universo tuvo muchas cosas buenas que ofrecer al lector.


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