La concejala más mediática del PSOE vuelve a ser noticia; renunciamos a publicar unas jugosas declaraciones suyas, hace unas tres semanas, por encontrar absolutamente carente de interés su confesión de llevar casi dos años sin mantener relaciones sexuales. No nos hemos resistido ahora mismo (la entrada se publicará unos diez días después) a comentar el nombre de su supuesto amante, el conde Lecquio -que espera su primer hijo con su esposa, María Palacios- o los supuestos nervios de Lydia Lozano -nunca se sabe si periodista o carnicera- cuando confesó “casualmente” el nombre del italiano. Y no por el morbo o la curiosidad, sino por una mera cuestión de memoria. Hace ya bastantes años, se publicaron en una revista de tirada nacional, unas instantáneas del mismo amante con la Señora Mar Flores, recientemente separada de Javier Merino, ambos acomodados bajo la cobertura de unas sábanas estratégicamente colocadas. Además del escándalo supuso la separación de la modelo -amante oficial del Sr. Tapias- y unos jugosos ingresos en forma de exclusivas. Ahora no cabe menos que decir eso “de raza le viene al galgo”, y contemplamos al mujeriego impenitente metido en política municipal socialista ante la atónita mirada de Anita Obregón, Antonia Del’Atte y hasta la propia Mar Flores, conscientes, todos ellos, de que los años pasan y el nivel, desde luego, ya no es el mismo. Suerte, desde este espacio, le deseamos al italiano; le va a hacer falta.