La provincia de Villa Clara cerró 2014 con una mortalidad por malformaciones congénitas de 0,8 por cada mil nacidos vivos, por debajo de la media nacional, resultado de una efectiva estrategia prenatal.
La positiva atención genética a las embarazadas ha contribuido con que la tasa de defunciones en menores de un año fuera de 3,2, entre las tres más bajas de Cuba durante el período precedente.
María Dolores Noa, directora del Centro Provincial de Genética Médica, refirió a la AIN que desde 2012 se desarrolla un proyecto para la reducción de decesos de pequeños por defectos innatos, debido a exhibir el territorio los más altos indicadores del país en el lustro anterior.
El Centro Nacional, rector de la especialidad, reconoció a esa institución en la provincia, junto a la de Pinar del Río, por una baja tasa de mortalidad infantil y de malformaciones congénitas, además de sus positivos resultados en el resto de los programas en 2014, acotó.
Explicó que la localización de factores de riesgo en la gestante y la detección anticipada de males genéticos en el feto, favorecieron la disminución de fallecimientos.
Entre las atenciones previstas significó la adición de un ultrasonido en el tercer trimestre de gestación con muy buenos resultados.
Este estudio facilita el conocimiento de la situación del pequeño para la preparación de un equipo multidisciplinario que responda a la necesidad de una intervención quirúrgica, antes de las 72 horas de vida, si fuera necesario.
Todas las mujeres tienen acceso gratuito a estos programas, sobre todo aquellas con factores de riesgo, pero resulta decisiva la detección precoz de cualquier problema para garantizar el diagnóstico más certero, agregó.
Gilberto Sevilla, jefe del departamento del programa materno infantil de la Dirección de Salud en Villa Clara, enfatizó en la importancia de la atención genética a la gestante en la obtención de bajos indicadores de mortalidad de los infantes.