Revista Cine

Omar, Palestina 2013

Publicado el 21 octubre 2013 por Cineinvisible @cineinvisib

Por muy alto que sea un muro, siempre habrá alguien dispuesto a saltárselo. Y eso es exactamente a lo que se dedica Omar, día sí y día no. Tras su trabajo diario en la panadería, sortea los 8 metros de la muralla de Cisjordania (un territorio que oficialmente no corresponde a ningún Estado), que le separa de la casa de sus amigos de infancia. Sobre todo, de su media naranja (si el amor no destruye murallas, en este  caso, ayuda a escalarlas).O4Si el director Hany Abu-Assad ya nos había sorprendido con Paradise Now (2005), con Omar va a conquistar a medio mundo (en competición oficial de Seminci 2013). Una película que logra reunir escenas de ritmo tan sostenido como la mejor película de acción (a Jason Bourne le ha salido un impresionante competidor), un brillante análisis de la influencia, que una situación política concreta, ejerce sobre la esfera privada de los ciudadanos que la sufren (sin maniqueísmo ni posicionamiento específico) y una extraordinaria historia de amor (los Capuleto y los Montesco de esta historia son las dos facciones políticas rivales que luchan por ese territorio disputado).  O5El cineasta ha conseguido que, tanto el equipo técnico como artístico, sea completamente palestino, para ayudar a consolidar una cinematografía rica y sorprendente (con la paradoja añadida de estar funcionada, en su mayoría, por capital israelí). Lo que hace que prácticamente la totalidad del rodaje sea debutante. Con un añadido especial, haber descubierto a Adam Bakri, su espectacular protagonista y contar con el único actor profesional, y productor del filme,  Waleed F. Zuaiter (actor en la serie Homeland).O3Independientemente del trasfondo político, lo que conquista de esta película es su inteligencia, agilidad, suspense, energía, dinamismo y valentía. Por fin, los buenos hacen llorar por su lado oscuro y con los malos también todo es relativo. Como la vida misma, llena de una extrema variedad de grises, y de escasos blancos inmaculados o negros puros.O2Estos tres amigos deciden pasar a la acción y comenten un atentado contra los soldados israelís. La respuesta no se hace esperar, Omar es detenido e interrogado. Las opciones son limitadas: confiesa y entrega al responsable o no verá el día ni, por supuesto, a la niña de sus ojos.O1Tras las torturas físicas se pasa a las psicológicas: existe la posibilidad de que le dejen salir si traiciona a sus amigos. Omar sale con una intención. ¿Traicionar o lanzarse a un doble juego con la armada israelí? Han pasado 20 minutos de la película y no hemos visto ni la mitad de lo que sucederá. Traiciones, secretos, intrigas… Omar no decepciona ni siquiera en sus mudos títulos de crédito finales (un fundido en negro como el azabache), que deja al espectador literalmente paralizado.


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