Hay gargantas que emiten voces efímeras, que duran apenas dos canciones y que luego enmudecen víctimas del paso de los años, y del implacable juicio de las modas. También hay bocas que emiten voces eternas, inmortales, inmutables al paso de los años, capaces de sacar oro de antiguas letras escritas para ser cantadas por ellas, ya tengan veinte, treinta, cuarenta,... ochenta años.La cantante cubana Omara Portuondo y su octogenaria y timbrada voz carente de arrugas, se han unido a los acordes del piano de Chucho Valdés en su segundo disco juntos llamado, sencillamente Omara y Chucho. En la portada del disco aparecen sus manos unidas, como si de enamorados se trataran. Y de hecho lo están. Enamorados del tránsito musical sobre el cual han caminado sus vidas allá en su Cuba natal, y eso se nota en el resultado final.
Les recomiendo este trabajo del cual os traigo el tema llamado Me acostumbré a estar si ti.