Mañana 20 de septiembre sale oficialmente el nuevo disco de OMD con la formación original.
Bueno "oficialmente", pero si lo quieres oir no tienes nada más que ir a su Myspace.
Sobradamente conocida es por todos la opinión que tengo de las reunificaciones, así que no me voy a extender en eso, simplemente diré que me parece una buena "excusa" para sacar pasta, lo cual en sí no es es malo, simplemente que los resultados, si editas disco nuevo o haces revisiones de temas propios, no suele ser nada bueno (lease Spandau Ballet).
Como nunca creo que me vayan a ofrecer al interesante, es gratificante escuchar discos como este de OMD que no hacen que te sonrojes ni vayas como un poseso a cojer sus discos anteriores para desintoxicarte auditivamente.
Estos chicos llegan como con ganas de pegar un puñetazo en la mesa y decir a las nuevas hornadas que practican, y escuchan, Electronclash y Synth Pop :
¡Nosostros ya hacíamos esto hace 30 años mozalbetes!
Biene esto a cuento, porque tras la expectación y éxito que parece que ha levantado el duo inglés Hurts, (duo que no desagrada por cierto, pero tampoco es para tanto), como ocurre muchas veces, parece que antes no existió nada, (pues eso, oigan algunos a los propios OMD, A-HA o ABC).
Y aquí llegan los "cuatro del Liverpool electrónico" para demostrar que para baladas con empaque, preciosistas y pegadizas aquí están ellos.
Para mí el comienzo es buenísimo y New Babies: New Toys es la mejor trayendo esos sonidos que practicaron en sus cuatro primeros LP, en los cuales mezclaban singles potenciales con temas más experimentales y difíciles.
Sólo ese comienzo, sino que los tres temas que siguen son muy buenos. Después hay algún altibajo y el single Sister Mary Said (un cruce en los teclados y estribillo entre Enola Gay y Telegraph) nos vuelve a recordar lo que era el grupo para la mayoría de los mortales : Un grupo de singles.
Concientes ellos mismo de eso, y con la sabiduría de zorros viejos, ese terreno lo bordan para dejar satisfecha a las masas de productos sin difícultades, pero que atesoran la calidad de melodías bien facturadas.
No me gustaría pasar por alto que se nota que Paul Humpreys ha estado metido en producciones de éxito durante los últimos años, pues hay cositas con sonidos muy actuales que no te hacen movitar, al igual que se nota ecos lejanos de su colaboración años ha con Karl Bartos o, como no, un tema con ritmos de vals sintético, que no importa que sea bueno o no, es que si no falta algo en el disco.
Definitivamente es un buen trabajo del grupo, no el mejor, no descubrirás nada nuevo que no conocieras del grupo, pero suena a ellos mismos, a OMD, a ese grupo que encandiló a toda Europa en los 80 con sus perfectos caramelos de Pop sintético. Y en parte, amigos míos, es de lo que se trata aquí, de retrotraernos a esos sonidos de juventud y pasar un buen rato.
Como me pasó con A-ha en su momento, un pequeño gran reencuentro con el grupo.