Omicron

La aparición de una nueva variante, algo que podía anticiparse, dados el dramatismo y la velocidad con que vuelven a dispararse las cifras de contagios, parece confirmarse en estos días…

Ayer lo hizo UK, suspendiendo vuelos procedentes de seis países… La UE lo secundará, interrumpiendo la comunicación con el sur de África, en un intento de frenar la expansión de esta nueva modalidad viral, tras haberse detectado un primer caso en Bélgica, dos en UK y otros, por ahora probables, en Alemania y República Checa.

El viernes 26 de noviembre, las bolsas se desploman ante el anuncio (el Ibex cae un 5% y pierde 28.000 millones), del descubrimiento de la que comenzaría llamándose Nú, una variante cuyo nombre científico sería B.1.1.529, que se identificó por vez primera en el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD) sudafricano, y que otros laboratorios van confirmando, a través de la secuenciación.

Hasta hoy, en Sudáfrica, las tasas de vacunación son relativamente bajas (tan sólo el 24% de población recibió la pauta completa), motivo por el que los casos progresan rápidamente, especialmente en Gauteng (zona urbana que incluye Pretoria y Johannesburgo), aunque también al noroeste del país. La variante también fue detectada en Botsuana.

Es probable que este nuevo agente evolucionase durante la infección crónica de una persona inmunodeprimida, posiblemente en un paciente VIH sin tratar, enfermedad muy prevalente en estas latitudes y de cuyos enfermos se sabe que pueden albergar al virus durante mayor tiempo.Otras teorías, basadas especulan con la posible existencia de un reservorio no humano.

Nú, a la que posterior y finalmente se bautizó con la decimoquinta letra del alfabeto griego, Ómicron, tiene 32 mutaciones de Spike, la proteína contra la que, recordémoslo, dirigimos las vacunas, y que sirve para abrir las puertas de la célula al virus. Un número de mutaciones supone una cantidad muy superior a las que contenían Beta y Delta, juntas… Algunas de ellas nunca se habían visto, otras son conocidas y se han relacionado con la transmisibilidad y la evasión inmune.

A la espera de conocerlo mejor, lo único favorable, por ahora, es el poder seguir detectando a esta nueva versión del virus mediante las pruebas PCR, que vinimos utilizando habitualmente.

El día 25 leíamos en la prensa: “Este viernes la OMS se reúne para evaluar el impacto potencial de esta nueva versión del virus, que apunta a ser un 500% más contagiosa que virus original” (Fuente: Redacción médica.com).

El 27 de noviembre, en el diario El Mundo puede leerse la noticia siguiente: “61 pasajeros* procedentes de Sudáfrica dan positivo al coronavirus a su llegada a Holanda. Los resultados serán examinados para ver si están relacionados con la nueva y preocupante variante”.

Ante la preocupación que despierta la noticia, los laboratorios Pfizer-BioNTech y Moderna han puesto en marcha los engranajes necesarios para evaluar la eficacia de sus actuales fórmulas, adecuándolas si resultase necesario. Para lo primero podrían requerir un plazo de dos semanas; para la adecuación unos cien días.

Esta nueva variante, efecto del acopio de vacunas de los países ricos, amenaza a Europa a las puertas de la Navidad, es que: "La pandemia se puede controlar localmente en un momento concreto, pero ese control siempre estará en peligro si no la controlamos globalmente".

*NOTA: De un grupo de 600, repartidos en dos aviones.