La historia de OMUKI como muchas otras de emprendimiento y de empresas pequeñas surge tras la cuarentena en 2020. Desde que son pequeños a estos cuatro hermanos les ha encantado hacer pulseras y con tanto tiempo por delante retomaron un poco aquella afición de niños. Gracias al impulso de nuestros padres que nos animaron a llevarlo a un nivel más empezamos la aventura de crear nuestra propia empresa. Con toda la ilusión y la emoción por delante estos 4 hermanos, Lucía, Blanca, Juan y Paloma, de entre 22 y 17, muy unidos, estudiantes de medicina, azafata de vuelo, empresa y tecnología y enfermería, con más inquietudes y energía, se pusieron a darle forma a lo que sería OMUKI. Trabajar con tus hermanos no siempre son ventajas, aunque la gran mayoría sí, nos lo pasamos estupendamente disfrutamos con el feedback de la gente en las redes y mercadillos y aprendemos un montón cada día. Les ha tocado ir aprendiendo con cada dificultad que se ponía por delante, programar una página web, publicidad, buscar los materiales, shootings, etc. Dependemos mucho de nuestra disponibilidad con los exámenes, trabajos y demás, pero, aunque sí que tenemos marcados un poco las competencias de las que se encarga cada uno, nos echamos una mano entre todos.
OMUKI no es más que una palabra inventada de una historia que les contaba su padre de pequeños; 4 niños de la tribu de los OMUKIS cada mañana iban montados en sus cebras al colegio, tantas veces, tantos días se hacían ese camino las cebras que se lo sabían ya hasta con los ojos cerrados. Y de ahí el nombre y el logo, una cebra con la venda rosa en los ojos. No solo quisieron reflejar esta historia de su infancia si no también que en la marca se vieran reflejados sus valores: el hacer las cosas con entusiasmo, el valor del esfuerzo y la gratitud hacia aquellos que apoyan nuestro proyecto. Dejarnos llevar por la creatividad que hemos mamado desde pequeños gracias a nuestra madre y que la unión y la constancia son la clave del éxito.
En OMUKI quieren que todos tengan la posibilidad de poder comprarse una joyita sin tener que gastarse un dineral, que sentirse un poco más guapa esté al alcance de todo el mundo y se esfuerzan para que confíen en ellos a la hora de tener un detalle. Para ello cuidan mucho la presentación, no solo te ofrecemos una joyita, si no que recibes un producto único con su olor, sus detalles y todo nuestro cariño puesto en cada pedido. Trabajan con materiales más económicos como el acero inoxidable, pero de calidad, un material hipoalergénico duradero y todoterreno para sumergirte en la piscina o tomar el sol durante largas horas y que no se ponga feo y sobre todo los diseños. Muchos de ellos propios donde conocen bien a sus clientas porque podrían ser fácilmente sus amigas, un perfil de chica joven, coqueta que tiene una opción tanto para ir a la universidad como para pasarse la noche entera bailando, para cada situación y cada personalidad, para las que son más de dorado o de plateado para las que llenan sus dedos de mil anillos o las que prefieren unos pendientes. Así que sus diseños están inspirados en ellas y sus clientas porque es muy difícil vender aquello en lo que no te sientes reflejado.
Hace un tiempo se iniciaron en el mundo de los mercadillos y a día de hoy han participado en mercadillos benéficos de la mano de ANAR o Cirugía en Turkana, mercadillos de diseño en el centro de Madrid o donde les podemos encontrar muchos domingos con un plan diferente en el Hipódromo de la Zarzuela. Sin duda son una experiencia increíble conocer a muchas de vosotras, recibir tanto amor y llegar a casa con muchísima energía viendo lo que valoran nuestro trabajo. Además les podemos encontrar en su web o en su Instagram, donde estamos muy activos y tenemos una conversación más fluida con nuestros seguidores.
OMUKI