Hola chicas!
Hacía mucho que no escribía en el blog y como ahora tengo más tiempo por la situación que estamos viviendo y muchos menos compromisos, lo voy a aprovechar para ir publicando algunas fotos que tengo en mi archivo de diversos viajes. Voy a empezar con el que hicimos a la costa Amalfitana en Italia, uno de mis destinos favoritos del mundo.
Solo hay una forma de describir el paisaje de la costa Amalfitana: idílico. Su paleta única de colores y la manera en que las casas siguen las líneas de la montaña es tan icónica que puedes verla con claridad hasta con los ojos cerrados. En ella se multiplican los rincones por descubrir y los caminos por recorrer, pero merece la pena reservar algún día para entregarse a ese arte italiano conocido como dolce far niente. En un lugar así la idea de una jornada de playa adquiere un estatus especial que marca la pauta de la estética a seguir a la hora de elegir look: retro, retro, retro.
En cuestión de moda de baño hay dos piezas que facilitan los viajes en el tiempo: los bikinis con braguita alta y los bañadores de una pieza. Yo opté por este modelo palabra de honor y le sumé un sombrero de ala ancha porque mucho nunca es suficiente si hablamos de drama a la italiana.
Aunque parezca mentira, hay una hora mágica capaz de hacerle la competencia a la del atardecer: la de disfrutar de una pizza en la hamaca. Y si es de pizza de lo que se trata, claro, no es necesario limitarse a una sola pieza.
Hi girls!
you know I didn’t write a post long time ago but now that I have more time during this difficult times, I’m going to take advantage posting the pictures of some of my last travels. Today we’re going to visit Amalfi coast, one of my favorites destinations in the world.
There’s only one way to describe the landscape of the Amalfi coast: idilic. Its unique color palette and the way the houses follow the lines of the mountains is so iconic you can see it even with your eyes closed. There’s infinite little places to discover and routes to pick from the map, but committing one day to that Italian art known as dolce far niente definitely worth it. In such a place the idea of a beach day reaches a special status that marks the aesthetic to follow when choosing a look: retro, retro, retro.
When it comes to swimwear, two particular items are the first step to time traveling: high raise bikinis and one pieces. I chose this strapless swimsuit and combined it with a wide straw hat because there’s no such thing as too much drama if we’re talking about Italian drama.
Even it’s hard to believe, there’s a magic hour besides sunset: pizza time laying in the hammock. And if it’s pizza what we’re discussing, there’s no need to limit its consume to a one piece.
Playa Mar Di Cobalto, Amalfi.