En el artículo "ONGs fraudulentas" mencioné como las ONGs sirven para enmascarar los intereses de gobiernos, multinacionales y mafias, sin especificar ninguna en concreto. Esta vez me dispongo a poner algunos ejemplos que servirán para que seamos más críticos a la hora de hablar de una ONG. Siempre hemos de tener en cuenta, por conocida que sea, si la organización es independiente, quién la financia y a los intereses de quién obedece. Yo mismo participé hace poco en la campaña de recogida de firmas contra la Ley Sopa de Avaaz, sin detenerme antes a cuestionar sus políticas. Más tarde descubrí que realmente era una ONG fraudulenta y basta mirar sus discursos y campañas para darse cuenta. Otro ejemplo sería Reporteros Sin fronteras, donde un 93% del dinero recaptado es utilizado para realizar propaganda al servicio del imperialismo. Un caso más concreto es el de Intermón Oxfam:En su informe "Cambiar las reglas" propone una serie de soluciones para paliar la pobreza en los países en vías de desarrollo un tanto controvertidas. Tan controvertidas de hecho, que la filósofa y activista medioambiental Vandana Shiva (a la cual vimos en el documental "El futuro de la comida") las criticó duramente en su artículo: "Exportación a toda costa: La receta de libre comercio de Oxfam para el Tercer Mundo" Según Shiva, Oxfam mezcla dos concepciones del desarrollo totalmente contradictorias. Por un lado defiende que "las reglas de comercio deberían considerarse teniendo en cuenta su contribución a la reducción de la pobreza, respeto a los derechos humanos y sostenibilidad para el medioambiente", principios que pertenecen a una visión antiglobalizadora del desarrollo. Por otro lado, desde una visión globalizadora, parte de la idea de comercio establecida actualmente por el sistema capitalista y propone como solución a la pobreza la apertura de los mercados de los países ricos a los productos de los países en vías de desarrollo. No tiene en cuenta las nefastas consecuencias que esto tendría para las economías locales, el medioambiente y la gente pobre. Defiende así los intereses de las grandes corporaciones y las instituciones a las que dice criticar. Lo que Oxfam expone por lo tanto en su informe es una visión hipócrita que nos lleva a preguntarnos, ¿Es de fiar Intermón Oxfam?
Calbert