¿Qué son los Ooparts? Ooparts es el acrónimo de la expresión inglesa “out-of-place-artifact”, esto es, “artefacto fuera de lugar”. Es el nombre con el que Ivan T. Sanderson (zoólogo estadounidense) bautizó a los objetos arqueológicos que poseen características anómalas respecto al lugar o época en la que se estima pertenecen. En general, son los anacronismos que nos llevan a replantear todo lo que damos por sentado.
Gran parte de estos “Ooparts” son fraudes, timos, malentendidos, apresuradas suposiciones. Otros, están en discusión sobre su validez. Y los hay que, sorprendentemente, fueron aceptados como verdaderos y replantearon lo supuesto hasta el momento del descubrimiento.
A modo de no exhaustiva enumeración, en este post vamos a describir algunos de los Ooparts que nos llamaron la atención.
el Hierro de Wolfsegg
En 1885, en una mina austriaca de Wolfsegg, un minero de nombre Reidl encontró, en un trozo de lignita de un yacimiento de 60 millones de años de antigüedad, un cubo metálico, con una incisión central. El cubo mide 67 mm de alto, otro tanto de ancho y pesa casi 800 gramos.
En 1966, estudiosos del Museo de Historia Natural de Viena aseguraron que el cubo era una pieza de hierro artificial fundido y que no data de la época del yacimiento, sino que podía ser un lastre de una primitiva máquina de explotación minera. Aunque, los detractores de esta explicación, aducen que no se ha podido identificar tal técnica en la maquinaria usada en la mina.
El Hierro de Wolfsegg está en el Museo Heimathaus de Vöcklabruck en Austria.
lámparas de Dendera
El templo de Hathor, en Dendera, en Egipto, se observa un llamativo bajorrelieve, de un hombre portando un objeto muy parecido a una lámpara eléctrica gigante con cable incluido. Para muchos, este dibujo es una prueba irrefutable de que los egipcios conocían las lámparas eléctricas y con éstas iluminaban el interior de pirámides y templos.
Pero en realidad, este bajorrelieve parece ser un claro ejemplo de ver en un dibujo lo que queremos ver, influuidos por lo que conocemos de nuestra época. Los egiptólogos han identificado este tipo de dibujo (muy similar a una bombilla eléctrica) como una de las representaciones del dios Harsomtus, una serpiente emergiendo de una flor de loto, visto en otros grabados egipcios.
el vaso de Dorchester
Otro artefacto descubierto en una explotación minera. En 1852, en Meeting House Hill, Dorchester, en Massachusetts, al volar una veta se descubrió este artefacto, un jarrón de zinc con incrustaciones en plata, con adornos florales.
El vaso estaba partido en dos partes, a casi cinco metros de profundidad, en un sector correspondiente a estratos de cien mil años de antigüedad.
La única referencia del vaso es la revista Scientific American y no queda claro que el artefacto haya estado incrustado en la roca, por lo que podría haber estado guardado en un hueco y caer con la explosión de la veta, lo que llevó a la suposición que estaba dentro de la roca, aunque no fuera así.
Lamentablemente, el vaso se perdió, en su paso de un museo a otro, por lo que del artefacto sólo queda la leyenda.
la máquina de Antiquitera
Entre el Peloponeso y Creta, está la isla de Antiquitera, donde en el 65 A.C. naufragó un barco romano. La nave fue descubierta en 1900 por un barco de pescadores que se había desviado de su ruta por una tormenta.
Esculturas, ánforas, cientos de objetos, fueron rescatados del navío romano. Y entre ellos, unos engranajes que no parecían evocar nada. La maquinaria llamó la atención de Valerois Stais, director del Museo Nacional Arqueológico de Atenas, ya en 1902.
El aparato estaba construido con bronce y madera, de unos 30 cm de largo, 20 de ancho y 10 de alto, compuesto por una serie de ruedas dentadas protegidas por unas tapas de madera que se habían perdido, deterioradas por el paso del tiempo.
Era tal la fragilidad de las piezas encontradas que, recién hace unos años, mediante el uso de un escáner de rayos X de alta resolución, se pudo hacer modelos digitales de las piezas de la máquina de Antiquitera. Y se revelaron las letras de las ruedas, ocultas por la corrosión.
La investigación permitió descubrir que la máquina de Antiquitera no era un fraude, es una máquina que permite predecir eclipses solares y lunares y fijar la posición del Sol y la Luna en el Zodíaco. Presumiblemente, también fijaba las posiciones de los planetas conocidos por los griegos.
La maravillosa concepción de la máquina de Antiquitera no la transforma en un “Ooparts”, sino que es una prueba de los conocimientos astronómicos de los antiguos, en este caso los griegos, quienes pudieron inventar un instrumento tan sofísticado como éste.
FUENTES:
“Tejiendo el mundo”, una muy buena página con muchos “Ooparts”:
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/category/ooparts-y-objetos-extranos/
El artículo en Wikipedia en inglés:
http://en.wikipedia.org/wiki/Out-of-place_artifact
y en español:
http://es.wikipedia.org/wiki/Oopart