Cuando tenemos intención de hacer una instalación de calefacción y/o ACS de una vivienda tendremos distintas opciones que debemos valorar en función de las necesidades y presupuesto disponible.
Calderas:Indispensable en casi cualquier tipo de instalación, será la encargada de dar temperatura al agua caliente sanitaria que salga de los grifos, o el agua que circule por los radiadores, suelo radiante o similar...
Existen distintos tipos de calderas, que varían en función del combustible que utilizan en el quemador: gasoil, gas natural, leña, pellets...
Radiadores:
Cuando hablamos de radiadores, nos referimos a los radiadores de agua caliente, ya sean de aluminio o hierro fundido, que consiguen dar calor al espacio donde estén colocados. Su funcionamiento es muy sencillo, el agua que previamente se ha calentado en la caldera pasa a circular por los módulos del radiador, emitiendo calor y aumentando la temperatura de la estancia.
Radiadores eléctricos o calentadores:
Serán de utilidad cuando en nuestra instalación no queramos poner una caldera, por ejemplo en segundas residencias o casas con climas suaves, e inviernos no muy duros. En contrapartida al ahorro de la caldera, tenemos que el consumo de electricidad se disparará.
Suelo Radiante:
A través de una instalación de tuberías de polietileno por debajo del suelo se consigue emitir calor y calentar todas las zonas de la habitación. Además la sensación de tener los pies más caliente que la cabeza se agradece.
EN definitiva si tienes dudas acerca del tipo de calefacción a instalar en tu vivienda puedes consultar en: https://www.materialescalefaccion.com/