Jill ( Sasha Grey) es la actriz más excitante del momento. Tiene millones de fans, pero ninguno tan fiel como Nick ( Elijah Wood), que ha ganado un concurso por el cual tenía derecho a tener una cita con ella. Pero Jill incumple el acuerdo y cancela la cita, así que Nick, como venganza, le pide a un pirata informático llamado Chord ( Neil Maskell) que se meta en la vida privada de la actriz. Lo que no sabe Nick es que Chord va a utilizarle para sus propios propósitos y que se está adentrando en un laberinto del que no tendrá escapatoria.
Título Original: Open Windows.
Director: Nacho Vigalondo.
Guionista: Nacho Vigalondo.
Intérpretes: Elijah Wood, Sasha Grey, Neil Maskell, Nacho Vigalondo, Scott Weinberg, Iván González, Jaime Olías, Brian Elder, Rachel Arieff, Adam Quintero, Ulysses Lopez, Daniel Pérez Prada, Trevante Rhodes, Adam J. Reeb, Mike McCutchen, Nic Brown, Jake Klamburg, Darren Hughes.
Productores: Belén Atienza, Mercedes Gamero, Enrique López Lavigne.
Fotografía: Jon D. Domínguez.
Música: Jorge Magaz.
Montaje: Bernat Vilaplana.
Diseño de Producción: Javier Alvariño, Soledad Seseña.
Diseño de Vestuario: Cristina Sopeña.
Países: Francia, España, Estados Unidos.
Lugares de Rodaje: Austin (Estados Unidos); Madrid (España).
Fechas de Rodaje: De 28-09-2012 a 12-12-2012.
Año: 2014.
Duración: 100 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Acción, Crimen, Suspense.
Estreno: 04-07-2014.
DVD (Venta):
Distribuidora: eOne Films Spain.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Visitas: 0.
El hombre de las mil cámaras
Cuando se ha escrito todo lo posible sobre el tercer largometraje de Nacho Vigalondo, la hipotética fijación de "Open Windows" con el cine de Brian De Palma ("Passion", 2012), y las circunstancias que rodean a un director que, por causas anómalas, es más conocido y relevante que su propia filmografía, un último apunte. Empecemos por el principio, por el análisis del dispositivo formal que se interpone entre el espectador y el vientre de la película, incluyendo en el operativo una mención especial a la secuencia de inicio, homenaje cruzado y metalingüístico a Don Siegel y Lucio Fulci que cristaliza en objeto de deseo para los buscadores de piezas de culto: "Dark Sky".
Pervirtiendo dos de las cláusulas fundamentales del famoso manifiesto del grupo Kinoki (teóricos y practicantes radicales de la objetividad fílmica), "[...] El cine-ojo utiliza todos los medios de montaje posibles yuxtaponiendo y ligando entre sí cualquier punto del universo en cualquier orden temporal y violando, si es preciso, todas las leyes y hábitos que presiden la construcción del filme [...]", Vigalondo modela un aplastante aparato visual al servicio de lo que en esencia respondería a una apresurada definición del techno-giallo, o la evolución lógica de la obra de cineastas como Umberto Lenzi en un contexto en el que los dédalos argumentales toman cuerpo sobre una pantalla donde cada popup aporta nuevas capas de significado (algunas redundantes) a la precaria línea narrativa que vertebra el conjunto.
Resulta evidente que la piel digital de "Open Windows" no es sino la capa que enmascara una obsesión amorosa que remite de forma indirecta a "Vértigo" y "Los Cronocrímenes". La dificultad estriba en insertarla con eficacia en un 'thriller' que a menudo falsea sus propias reglas de inverosimilitud. Es una batalla en la que vencen Jorge Magaz y Jon D. Domínguez, empata Vigalondo y pierde la taquilla de una película que en su diálogo con los nativos tecnológicos deriva la atención hacia un sector del público tan selecto como reducido.