Autor invitado: Pablo Montoya
En la actualidad sobrevive mucha documentación y relatos de operaciones llevadas a cabo durante la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos, hay una de las operaciones aliadas que cambiaron el curso de la guerra, pero, ¿a favor o en contra de quien? En este nuevo artículo invitado de Pablo Montoya intentaremos aportar algunas respuestas.

Para diciembre de 1941 el mundo está sumido en la guerra total. Suramérica, indirectamente, contribuye con el bloque aliado enviando combustibles de hidrocarburos (petróleo), o con el Eje, en colaboraciones logísticas y transportes. El día 7, Japón ataca por sorpresa la base naval estadounidense de Pearl Harbor. La mayoría de los estados americanos condenan tales actos y le declaran la guerra al Imperio del Japón (a excepción de Argentina). Alemania hace lo propio con EE.UU. Los británicos batallan en África contra alemanes e italianos, los soviéticos defienden su tierra ante la invasión alemana y los estadounidenses luchan (el 8 de diciembre) para defender Filipinas de los japoneses. El mundo se ha sumido en el caos de la guerra...

Las fuerzas alemanas cuentan con más de 200 hombres, 100 trabajadores de las fábricas, apoyo aéreo de parte de tres aeródromos, un tanque, algunos barcos y artillería costera.
Las fuerzas británicas cuentan con un crucero, 4 barcos destructores, aviones y 570 hombres, entre ellos los comandos británicos y noruegos entrenados especialmente para este tipo de misiones. La operación comienza con fuertes bombardeos aéreos y artillería naval. Al final de la batalla, los británicos logran sus objetivos: destruyendo fábricas, almacenes, centrales telefónicas, combustibles, municiones e instalaciones militares.

Estas tropas alemanas dan dura batalla a las fuerzas británicas. Tanto que son necesarios tres asaltos para desalojarlas de un hotel de la zona en el que se había atrincherado. Sin embargo, no pueden defender su baluarte por mucho tiempo, ya que el comandante británico John Durnford-Slater, ante los informes de las dificultades que tienen sus unidades, solicita apoyo de las tropas de reserva, de la artillería naval y aérea. Finalmente los alemanes terminan siendo derrotados.

Estas incursiones fueron suficientes para que Hitler desviara una parte de sus fuerzas militares: 30.000 soldados se destinaron a Noruega (soldados que hubieran sido muy útiles en el frente oriental) y se construyeron más defensas costeras. Todo esto a pesar de que los británicos no tenían mucho interés en Noruega.
Pablo Montoya es un apasionado por la historia y la cultura de tiempos remotos y presentes. Le podéis seguir en su blog Estructura Espiral y sus redes sociales.Para saber más:Wikipedia (Jack Churchill) Historias de nuestra historia Segunda Guerra MundialWikidataClases de HistoriaExordioHmong (Operation Archery)Hmong (Operation Anklet)
