Llega el calor y a veces nos damos excesiva prisa en intentar ponernos en forma, en adelgazar y vernos más guapas de cara a la “Operación bikini“, porque a todas nos gusta estar estupendas. Sin embargo, no tener el suficiente cuidado con las dietas milagrosas o no tener en cuenta nuestras necesidades médicas puede ser un arma de doble filo.
Algo que hay que tener en cuenta a la hora de meternos de lleno en una dieta o programa para bajar de peso, son nuestros datos médicos, conviene hacerse una analítica básica para ver si hay algún tipo de alimento que nos vaya a perjudicar. Algo bastante habitual si hemos engordado es que en alguna parte de la hoja aparezca el asterisco que marca el desastre (que no, que no es tan desastre!), en mi caso no he llegado a ver los síntomas del colesterol alto en mujeres, pues me hago revisiones anuales y no dejé que subiera de más, pero lo tuve en 196, que ya empieza a ser arriesgado, y fue el punto de inflexión para decidirme a bajar de peso.
Pero no es lo único a tener en cuenta de cara a la operación bikini, podemos tener tendencia a la anemia, o todo lo contrario, por lo que una dieta hiperproteica sería desastrosa (acidificación corporal, excesivo trabajo para hígado y riñones…), ácido úrico… mil cosas que con un simple análisis podemos averiguar y adaptar nuestra alimentación. Otra son más complejas de detectar, como las intolerancias alimentarias (soy una crack, tengo a la lactosa y a los FODMAPS, unos azúcares que están en todas partes, sobre todo en los productos con gluten), pero hay que empezar poco a poco.
Otro problema son las “pastillas milagrosas“, siempre ha habido, algunas se anuncian en la tele, otras están en herbolarios, farmacias… y no tienen por qué ser perjudiciales en sí mismas, pero hay que informarse bien antes de tomar cualquiera de ellas, pues pueden no ser compatibles con nuestro cuerpo. Uno de los suplementos nutricionales para adelgazar que cada vez tiene más éxito no es bueno para todo el mundo, por eso hay que tener en cuenta las contraindicaciones del picolinato de cromo a la hora de plantearnos quitar el michelín, así como de cualquier otro elemento que incluyamos.
Espero que estos pequeños consejos os sean útiles para planificar una operación bikini saludable, y lo más importante, sin prisa, pues el efecto rebote siempre acecha. Si os ha gustado, no os perdáis nuestros remedios naturales contra la retención de líquidos, ¡fáciles y sin gastar!
Imagen principal: Clínica Los Condes
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