El 24 de febrero pasado publicaba un artículo sobre los programas informáticos para gestionar de manera automática la contabilidad B (ya en 2015 avancé algo al respecto). Esos que desvían un porcentaje del dinero que entra y lo contabiliza por separado de la contabilidad oficial para Hacienda. Cuando todo se llevaba a mano estas cosas se apuntaban en una libretita de gusanillo de tapas sobadas que se guardaba a buen recaudo, luego llegaron los programas informáticos y lo que se solía hacer era llevar dos contabilidades totalmente separadas; a menudo en ordenadores también separados (cuando aún no había redes que conectaran unos ordenadores con otros). Luego avanzó la tecnología y se hicieron pequeños los discos duros y uno podía acumular la contabilidad de todo Estados Unidos en el bolsillo; eso permitía tener la información apartada de ojos indeseados… Pero las cosas avanzan y avanzan, aunque no por ello en la mejor de las direcciones. Lo cómodo y fácil no siempre es lo ideal. Aparecieron los programas de doble contabilidad automática en los que el usuario se configuraba los porcentajes o las cantidades diarias a desviar y el terminal de punto de venta ya se encargaba de reajustar los tiques. Pero eso, señores, es una barbaridad, y más cuando se comercializa de manera indiscriminada y está al alcance de cualquiera. Antes o después (más antes que después) tenía que enterarse Hacienda y ponerse manos a la obra. Así es como ha empezado la operación Chopin (ya hubo antes tres grandes actuaciones de este tipo; una contra el mercado de desguace, otro contra la distribución al por mayor de la industria cárnica y una primera en 2014 contra el mercado del calzado).
¿A quién ha afectado la operación Chopin?
Operación Chopin contra el sector de las discotecas y los pubs. Hasta ahora, la mayor macrooperación de Hacienda.
En el artículo que antes mencionaba, advertía de quiénes eran los que estaban en mayor riesgo de inspección agresiva por esto de los programas de doble contabilidad:
1.- Empresas que cobran habitualmente en efectivo
2.- Cadenas de distribución al por mayor
A primeros de año fue la industria cárnica de distribución al por mayor la que sufrió una inspección fulminante, ahora, con la operación Chopin, más de quinientos agentes y funcionarios de Hacienda están registrando un centenar de discotecas y grandes pubs. Se trata de la operación Chopin, que afecta a once comunidades autónomas. Ha superado la de la industria cárnica y la de desguace y pasa a ser, hasta el momento, la mayor macroperación de Hacienda contra la economía sumergida.
La regla del 80/20
Como ocurre con casi todo, el 20% de la actividad acapara el 80% del negocio y el 80% restante se reparte el 20% del negocio que queda. Esta regla es aplicable muchas veces dentro de una misma empresa, donde es habitual que el 20% de los clientes supongan el 80% de la facturación total. Hacienda esto también lo sabe, de manera que le resulta mucho más eficaz atacar directamente a ese 20% de empresas que maneja el 80% de la facturación, y eso es, ni más ni menos, lo que han hecho. De ahí que hayan seleccionado a las mayores discotecas y pubs que concentran el negocio a nivel nacional.
Los registros empezaron por sorpresa y de manera coordinada el pasado jueves y no están previstas detenciones.
Ramón Cerdá