En el vasto universo cinematográfico contemporáneo, ciertas temáticas parecen reservadas únicamente para los más osados. La recreación de la guerra, y más específicamente del conflicto afgano, requiere de una narrativa y una visualidad que solo los directores más versados pueden orquestar con maestría. Ese es precisamente el caso de Operación Kandahar, una apuesta por la representación realista y sin tapujos de un conflicto que aún deja heridas abiertas.En este largometraje, Gerard Butler da vida a Tom Harris, un ex agente del MI6 que se ve obligado a adentrarse en las zonas más peligrosas de Afganistán para una misión secreta de la CIA, tarea que resulta ser mucho más complicada de lo que parecía a primera vista.
El guion, fiel a la realidad del conflicto, brinda un nuevo enfoque al género bélico. Aquí no hay héroes ni villanos claros, solo personas tratando de sobrevivir en un contexto hostil y desgarrador. Kandahar presenta una imagen de la guerra no como un espectáculo, sino como un desafío a la moral y la resistencia del espíritu humano.Visualmente, Kandahar es un logro notable. La fotografía de Alexandre Aja ofrece una perspectiva cautivadora del paisaje afgano, dotado de una belleza melancólica que contrasta con la brutalidad del conflicto. Cada cuadro es un lienzo de colores y texturas que nos hablan de la desolación y la desesperanza, pero también de la resistencia y la dignidad. Destaca la belleza de los múltiples planos rodados con drones en los desiertos de Afganistán e Irán.
Sin embargo, el alma de la película reside en las interpretaciones. Gerard Butler brinda una de sus actuaciones más memorables hasta la fecha, transmitiendo con destreza la desolación, la desesperanza y, a veces, la culpa de un hombre marcado por la guerra. El actor consigue plasmar con verosimilitud la transición de su personaje, desde la insensibilidad inicial hasta el descubrimiento gradual de su humanidad.
En cuanto a la música, el trabajo de Clinton Shorter es notable. Lejos de caer en lo dramático, su partitura es discreta pero efectiva, aportando a la tensión y la atmósfera de la película sin restar protagonismo a la narrativa y las actuaciones. Alternando temas instrumentales con canciones contemporáneas mezcla esos dos mundos tan cercanos, pero alejados uno de otro.
Kandahar, aunque no perfecta, es una obra cinematográfica que vale la pena apreciar y entretiene en sus dos horas de metraje. A pesar de algunos clichés típicos de estas películas y algunas inconsistencias de guion, aporta una mirada nueva a las películas del género.- [message]
- ##check## Lo bueno
- La producción de la película y ciertas escenas de acción con explosiones sobrecogedoras.
- ##times## Lo malo
- Esas inconsistencias de guion y clichés muy manidos que ya hemos visto en otras películas.
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- Ambientación 9.0
- La ambientación y la fotografía capturan el paisaje y la atmósfera afgana con precisión y belleza.
- Desarrollo de Personajes 7.0
- Los personajes están bien dibujados, cada uno aportando una perspectiva única a la trama.
- Argumento / Guion 8.0
- La trama es políticamente relevante, aunque a veces puede ser difícil de seguir si no se tienen conocimientos sobre el conflicto en la zona.
- Banda Sonora 7.0
- La banda sonora minimalista y atmosférica complementada con canciones actuales acompaña bien a la trama.
- Entretenimiento 7.0
- Aunque la película es emocionalmente intensa, es cautivadora de principio a fin.
- Montaje / Innovación técnica 8.0
- El montaje es fluido y la fotografía impresionante, aunque no termina de romper los convencionalismos del género.
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- Puntuación Total 7.5 / 10