Título: Operación Princesa
Autor: Antonio Salas
Editorial: Temas de Hoy
Año de publicación: 2013
Páginas: 702
ISBN: 9788499981550
Descubrí a Antonio Salas
gracias a una gran amiga, que hace diez años me regaló Diario
de un skin. En su primer libro, publicado en 2003, Antonio Salas
se infiltró en el movimiento neonazi español. Las grabaciones que
realizó con una cámara oculta fueron pruebas determinantes en el
juicio que en 2009 se celebró contra la organización skinhead
Hammerskin. Esa es la parte positiva. La negativa, las amenazas que persiguen a este periodista, obligado a publicar sus
obras con un seudónimo, a no mostrar nunca su cara en público y a
ser un testigo protegido.
Todo eso no le impidió publicar un segundo
libro, El año que trafiqué con mujeres, que todavía no he
leído, sobre la trata de blancas, e incluso un tercero, El Palestino, libro que leí hace tres años. En
él el periodista nos cuenta en primera persona cómo vivió
los seis años en los que dejó de ser Antonio Salas para convertirse
en Muhammad Abdallah, un musulmán nacido en Venezuela pero de
familia palestina que vive en España. ¿Qué le llevó a Salas a
querer infiltrarse en diversas organizaciones terroristas de todo el
mundo? Algo tan cruel e incomprensible como los atentados del 11-M,
porque fue precisamente el 11 de marzo de 2004, después del brutal
atentado de Al Qaeda en Madrid, cuando este periodista decidió
acercarse a los terroristas, conocerlos, convivir con ellos para, de
este modo, intentar comprenderlos, conviviendo con algunos de los más
importantes, como El Chacal o Arturo Cubillas.
Y
ahora le ha tocado el turno a Operación
Princesa,
el cuarto y último libro de este autor, que las últimas navidades
me regalaron en el amigo invisible. Se trata de una obra realizada
gracias a las infiltraciones, igual que las anteriores, pero también
es distinta. Porque por primera vez Antonio Salas no ha recurrido al
ensayo periodístico, sino que ha decidido novelar el resultado de
sus investigaciones. ¿Y por qué? Pues porque en 2012 el Tribunal
Supremo dictó una sentencia en la que prohibía el uso de cámaras
ocultas en las investigaciones periodísticas, dejándolas sin ningún
valor legal.
Respeto
y admiro profundamente a este periodista de investigación al que
tuve la suerte de entrevistar. Porque en cada reportaje, en cada
infiltración, se juega la vida por encontrar la verdad, las pruebas,
para abrirnos los ojos y para contar lo que muchos no quieren saber y
otros muchos no quieren que se sepa.
Y
eso es precisamente lo que hace en esta obra, destapar a todos los
políticos, policías o empresarios corruptos que campan a sus anchas
en nuestro país y en todo el mundo gracias a un sistema corrupto y
podrido. Alexandra Cardona es el nombre ficticio de la protagonista
de esta historia, que en la realidad es la testigo protegida DPA123B.
Es una joven colombiana que estudia Químicas en la Universidad de
Bogotá, trabaja en una zapatería y aun así tiene tiempo para salir
con su novio, ayudar a su madre, con quien vive, y echar de menos a
su padre, fallecido, y a su hermano, guerrillero que vive oculto en
la selva.
Tiene
una vida normal, corriente, con un futuro prometedor, hasta que un
cartel de la droga se cruza en su camino. Aterrorizada, decide huir,
poner tierra de por medio y para ello acepta la oferta que le han
hecho a su prima Paula Andrea: un billete de avión, mil euros y un
trabajo de camareras en Madrid. Pero cuando llegan a nuestro país
nada es como les habían prometido. Álex, Paula Andrea y Dolores,
una niña de Medellín, son trasladadas a Galicia, donde son
obligadas a prostituirse. Maltratadas, violadas, humilladas, vejadas.
Su vida es un infierno, no tienen nada ni a nadie. Soledad,
desesperación. ¿Qué hacer, a quién acudir? ¿De qué serviría
poner una denuncia si cada noche ven cómo los clientes VIP de los
prostíbulos, los amigos de los dueños, son políticos, empresarios,
policías municipales, nacionales o guardias civiles? Todos
dispuestos a tratarlas como basura, como objetos de usar y tirar con
tal de seguir ganando dinero gracias al narcotráfico, el blanqueo de
dinero, el tráfico de armas y de mujeres y, en definitiva, la
corrupción.
La
segunda protagonista es Luca, una joven e inteligente guardia civil
que investiga la muerte de Edith, una prostituta, en Boadilla del
Monte (Madrid). En la vida real Edith Napoleón fue asesinada el 25
de agosto de 2003 por José Luis Pérez-Carrillo, un joven empresario
de 35 años que tras asesinarla la descuartizó y repartió sus
miembros por varios contenedores. En su defensa dijo que había
salido de marcha, bebido garrafón y que no se acordaba de nada.
Luca,
sin escuchar los consejos de su superior, el capitán Gonzalo, se
obsesiona con esta investigación y con el tratamiento que la Guardia
Civil da a los casos protagonizados por prostitutas e inmigrantes.
Por si fuera poco, su compañera en la Academia de Baeza, Claudia, ha
desaparecido tras ser expulsada del Cuerpo por ejercer la
prostitución. Luca, lejos de dar crédito a este hecho, decide
investigar por su cuenta.
El
tercer protagonista de este thriller
trepidante
y frenético que engancha desde la primera y hasta la última página
es Black Angel, un free
biker, un
mercenario de los motoclubs dispuesto a todo con tal de llegar lejos
entre los Ángeles del Infierno y el resto de hermandades y
motoristas que viven al margen de la ley, ese 1% que se dedica al
narcotráfico, el blanqueo de dinero o el tráfico de armas y de
mujeres. En la Dama Oscura, su Harley Davidson, viajará a Madrid,
Barcelona, Galicia o Andorra. Pero él quiere jugar en Primera
División, quiere llegar lejos, a lo más alto, y eso le llevará a
México, al corazón del narcotráfico, donde será testigo de
atrocidades.
Como
historia novelada esta obra es impecable. Unos protagonistas bien
perfilados, verosímiles, cercanos. Unos escenarios muy bien
recreados. Una trama adictiva y con mucho ritmo gracias a capítulos
cortos en los que los protagonistas se van intercalando. En
definitiva, un puzle complejo pero muy bien construido que nos
sorprende a cada página, a cada descubrimiento, a cada pieza que
encajamos en un enorme rompecabezas que nos desborda, nos impacta,
nos deja sin aliento y en muchos momentos nos obliga a dejar de leer,
incapaces de soportar la dureza y la crueldad de las escenas
narradas, que se graban a fuego en la memoria del lector.
Y
lo mismo ocurre con el final. Aunque hay algunos aspectos que se
pueden intuir con antelación, la obra concluye de forma redonda,
magistral, un broche de oro que nos deja con un sabor agridulce.
Dulce por haber ganado la partida, por haber conseguido que la reina,
o al menos una princesa, haya dado jaque mate al rey enemigo. Agrio
porque por desgracia solo es una partida, una batalla, no la guerra.
Porque el tablero es demasiado grande, hay demasiadas piezas jugando
y, sobre todo, demasiadas cosas en juego.
Porque
no podemos olvidar que todo lo que cuenta Antonio Salas en Operación
Princesa
ocurrió de verdad, es real, por mucho que nos cueste creer o incluso
imaginar tanto sufrimiento, tantas injusticias, tantas salvajadas,
tantas atrocidades. Y todo por dinero. Porque el dinero es lo único
que importa. Es lo que mueve el mundo. Lo que controla nuestras
vidas. Lo que nos corrompe, a todos. Porque todos sabemos qué es lo
correcto, ¿pero qué ocurre cuando a tu alrededor todos hacen algo
inmoral o ilegal?
Con
esta historia altamente recomendable por su doble valor periodístico
y literario Antonio Salas nos hace abrir los ojos, nos obliga a dejar
de mirar para otro lado, y nos hace comprender que siempre
encontraremos a alguien dispuesto a corromperse. Sexo, dinero, fama,
prestigio. Porque todos tenemos un precio. Solo hay que buscar la
moneda apropiada.
Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.