Qué tiempos aquellos en los que el criterio para elegir el ganador de un premio era la excelencia y la calidad en sana y justa competencia, no de personas, sino de obras. Bien es cierto que muchos de los premios literarios (en especial los mejor dotados económicamente) nunca han estado libres de sospecha en cuanto a la justicia y oportunidad de sus fallos, pero siempre quedaba la ilusión de que el jurado valorara los textos y tuviera buen criterio incluso dentro de la más absoluta comercialidad (¿no viven las editoriales de publicar libros?).
Parece ser que está cambiando el paradigma. Hoy en día lo importante no es tener una obra de calidad (o, al menos, digna para el consumo). Olvidémonos de los viejos consejos de los talleres literarios y de los gurús que adoctrinan sobre las bondades del buen escribir como garantía del éxito en el mundillo. El descalabro de las ventas de libros obliga a las empresas que viven de ellos a romperse la cabeza con nuevas ideas que ocultan la cruda verdad sobre los cambios culturales que acontecen en una sociedad hiper tecnificada y cuyo ocio se centra en lo audiovisual y en apretar teclas y botones.
Pero ese no es el tema que nos ocupa.
Si ya habíamos contemplado con estupor el Concurso literario online para autores «indies» organizado por Amazon y cuyas bases incluían términos bastante dudosos y sospechosos, como no dejar claro cuáles eran TODOS los criterios de selección de originales: «cinco finalistas serán seleccionados exclusivamente por Amazon entre los Participantes con base en una serie de criterios diversos (tales criterios a determinar únicamente por Amazon), incluyendo, pero no limitados al número de ventas y comentarios de los clientes»; ahora tenemos el colmo de los colmos, el Gran Hermano literario que amenaza con tirar por tierra la idea de que la literatura es cultura o aporta algo al ser humano y que sustituye el análisis, estudio y valoración de la calidad artística y narrativa de un texto por los «juegos del hambre» y la democracia mal entendida con un único ganador posible y que no es el escritor.
Hasta el nombre recuerda a los programas de televisión que supuestamente buscan a la nueva gallina de los huevos de oro entre miles de aspirantes con un «sueño» (¿ser famosos? ¿Ganar mucho dinero?).
Aquí tenemos pues OPERACIÓN TAGUS, el nuevo proyecto en el que SOLO PUEDE QUEDAR UNO, un escritor cuyo mérito no será el de crear la obra de mayor complejidad o calidad, con el mejor uso del lenguaje o de las técnicas narrativas, ni siquiera el que mejor conecte con el público lector masivo, sino aquel que sea capaz de movilizar más gente a su favor para que voten por su propuesta, sea buena o mala, eso qué importa, incluso sin conocer el propio texto, y así conseguir que publiquen su libro en la plataforma Tagus (sin pagar) o la editorial X. Claro está que es voluntario. A ningún autor le obligan a participar en ese juego, pero no podemos evitar hacernos ciertas preguntas.
¿Este es el futuro de la literatura? ¿Convertirse en un concurso de popularidad? ¿Autores que en lugar de luchar por mejorar su estilo lo hacen por buscar votos? ¿Editoriales que seleccionan libros para publicar basándose en criterios como el potencial de un autor para moverse en la red en busca de sus clientes? ¿Editoriales «de las grandes» que terminarán por crear plataformas «de pago» para autores a los que no publicarían pero de los que sacarán beneficio igualmente, por supuesto? ¡Al tiempo, con esto último!
Creo que va siendo hora de que los propios autores piensen sobre cuál es su idea de la literatura y dónde quieren terminar. Si ya las condiciones de muchas editoriales «tradicionales» rozan lo inaceptable ¿qué decir entonces de esto? ¿Y en qué lugar queda el otro protagonista de la literatura que es el LECTOR? ¿Qué hará este cuando las editoriales solo le ofrezcan libros elegidos por la sinopsis «democráticamente»?
Para terminar, cito una parte de las bases de la Operación Tagus (a nadie obligan a participar, repito), y a juzgar por uno mismo:
«Operación Tagus se dividirá en cuatro fases:
- Fase 1: Desde hoy 22 de Septiembre hasta el 12 de Octubre. En este periodo tenéis que subir la sinopsis de vuestro libro y acumular el máximo número de “Me gusta” para poder pasar a la siguiente fase. Se procederá al descarte del 35% de obras con menos votos.
– Fase 2: Desde el 13 hasta el 26 de Octubre: Los usuarios que hayan acumulado más “Me gusta” tendrán que subir el primer capítulo de su obra y nuevamente conseguir votos. Se descartarán el 35% de las obras con menos “Me gusta”.
– Fase 3: Desde el 27 de Octubre al 10 de Noviembre: En esta fase los usuarios que continúen tendrán que subir el segundo capítulo de su obra y cómo no, conseguir votos. Se hará un descarte del 20% de las obras con menos “Me gusta”.
– Fase 4: Desde el 11 al 16 de Noviembre: En esta fase final los usuarios finalistas deben conseguir el máximo número de votos posibles.
El autor que más votos consiga a lo largo de las cuatro fases será el nuevo ganador de Operación Tagus y, por tanto, el nuevo autor de Ediciones Tagus»
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