Qué curioso es cuando vas a ver una película y al final te das cuenta de que te han contado el final y ni te habías dado cuenta.
Con Operación U.N.C.L.E pasa exactamente eso. A ver, tranquilos, no es un spoiler de los gordos que te destroza la trama entera, de hecho el final es previsible, tanto que no importa meterlo en el trailer como si tal cosa. Sin embargo me pareció curioso que el film terminara de esa manera, con esa frase tan "pronosticadora" de una, muy posible, segunda parte.
Y es que este tipo de películas caen bien al público, un poco de acción, un rifirafe amoroso, bromas absurdas (algunas introducidas con calzador), cierta elegancia que recuerda a James Bond... Tiene todo lo que tiene que tener. ¿Pero que la hace interesante? Puede que el reparto, puede que el carácter discordante y la mezcla diferente, pero eficaz, de las personalidades de cada uno de los personajes. O simplemente el hecho de que nos resulta entretenida. Lo es, es una película para entretener y pasar un rato agradable. Pero... (Siempre tiene que haber un "pero") Las bromas, esa intención demasiada buscada para intentar hacer gracia, chirría. Quizás sea por su humor algo estúpido, o por su manera de introducirlo, pero no acaba de gustarme eso de ver venir la broma, o de ser tan absurda que al final te ríes precisamente por eso y no porque haga gracia.
A destacar casi la obligación de una segunda parte. Creo que han tenido mucha fe en que saldría bien, como para dejarlo todo tan abierto. La trama está completamente abierta. Termina con un pie en fuera del tiesto. Y es que la subtrama está sin acabar, nos quedamos sin saber los entresijos de la vida de los personajes, sobre todo del interpretado por Armie Hammer, Illya Kuryakin, el ruso, de quien nos hablan de un pasado algo tortuoso, de su padre... Hay más miga ahí de la que nos han enseñado.
En definitiva una película de blockbuster, para entretener, pero sin llegar a ser un Ocean's Eleven.
NOTA: 6,5