¿Qué te cuentin, Tarantino?
Lo siento, pero tanto tú como yo sabíamos que era necesario incluir este chiste en esta carta, y mira, cuanto antes lo soltemos antes pasamos el mal rato y a otra cosa mariposa. ¿Cómo estás? ¿Nervioso porque ya no queda ná para que se estrene tu última película? No lo creo yo. Sabes que tienes el éxito asegurado. Tarantino es sinónimo de petarlo, y aunque puede darse el remoto caso de que al final la peli sea basura (cosa que yo, personalmente, dudo) los billes te los vas a llevar igual, así que lo demás no importa.
De esto, concretamente, es de lo que vengo yo a hablarte, de Django Desencadenado. Tus fans esperamos esta película como agua de mayo, primero, porque es tuya, y segundo, porque ya se corre el rumor de que es la pera limonera. Fíjate que incluso he oído decir que es mejor que Pulp Fiction. Bueno, pues no digo yo que no, pero difícil me parece. De todas formas, yo siempre he sido muy contraria a comparar tus películas las unas con las otras, y supercontraria a comparar el resto del cine del mundo con el cine que tu has hecho, porque yo creo que tú eres una persona muy especial que hace unas películas muy especiales que son únicas y muy difíciles de calificar y clasificar mediante unos parámetros estándar.
Vamos, que me creo yo muy regular que tu próxima película pueda ser comparada con Pulp Fiction, no porque sea ni peor ni mejor, sino porque seguro que es algo tan distinto que será como comparar un elefante con una naranja. Pues mira, los dos están muy bien, pero no sé por qué tengo que elegir.
La primera película tuya que yo vi fue precisamente Pulp Fiction, y la verdad, me quedé muy impresionada. Nunca jamás he visto una misma película dos veces seguidas en el mismo día, pero con esta tuve que hacerlo, porque la primera vez flipé tanto que nada más terminarla volví a darle al play para creerme que había visto lo que había visto. La verdad es que prácticamente tengo una anécdota relacionada con cada una de las reacciones que tuve después de haber visto cualquier película tuya. Kill Bill la disfruté muchísimo, me dio un subidón que no veas, y Kill Bill 2, más de lo mismo; se
podría decir que estas dos películas me vuelven loca. También ha habido lugar para la decepción, no te creas. Por ejemplo, con el experimento de Grindhouse me llevé un poco de bajona porque me gustó muchísimo más la película de Robert Rodríguez que la tuya, y yo siempre he pensado que tú eras el que más molaba de los dos.Y luego llegó Malditos Bastardos… Fui al cine con unas ganas terribles de verla. Pero muchísimas ganas, como de aquí a Marte de ganas, pero ida y vuelta. Y, sinceramente, la película terminó, y me quedé que no sabía qué decir. ¿Sería posible que por primera vez una película de Tarantino me dejase indiferente? Salí del cine como si Dios me hubiera tocado el corazón, sintiendo un misticismo en mi interior que no sabría como explicar, sintiendo a la vez tanto dolor como placer y preguntándome a mí misma: ¿me había gustado la película? No. Pero, ¿me había no gustado? Tampoco.
Afortunadamente mis preguntas encontraron respuesta, aunque bastante tiempo después y ahora puedo decir que Malditos Bastardos me parece lo más de lo más de lo más y me dan ganas ahora mismo de ponerme de pié y aplaudirte, pero como por carta no se iba a notar el efecto, prefiero simplemente decirte qué bien Quentin, qué bien, porque esa película es OBRA MAESTRA.
Por eso ahora estoy algo cautelosa con la que se nos viene. El día de Navidad se estrena en Estados Unidos Django desencadenado y la verdad es que me parece un plan perfecto para esa fecha tan señalada, pero ya no tengo yo esas ganas y esos nervios que tuve con Malditos Bastardos, porque me ha dado por pensar que ya no puedes hacer nada mejor. Pero, por otro lado, una pequeña vocecita dentro de mí a veces me pregunta: ¿Y si sí puede? Pues mira, Tarantino, si realmente puedes hacerlo mejor, entonces es que ya eres inhumano, eres un extraterrestre venido del planeta de los señores locos con cabezas llenas de historias increíbles y yo tendré que adorarte como único Dios verdadero, llevar medallitas de oro con tu cara grabada en ellas, e ir todos los domingos a misa de Quentin.
¿Quiero decir con esto que no creo que Django vaya a ser mejor que Malditos Bastardos? No. Quiero decir con esto que me conformo con que sea igual de buena, esas son las esperanzas con las que compraré mi (carísima) entrada de cine. Ya te contaré qué es lo que ha pasado al final. Un abrazo muy fuerte, ser genial, de:
@perradesatan