Community nunca ha sido una serie perfecta. Y lo digo yo, que ha sido mi serie predilecta durante tres temporadas. Community es, por definición, una serie irregular, con poco desarrollo de personajes, demasiado dependiente de las referencias… Pero quizás ésa es la clave. Community es Dan Harmon, y Dan Harmon no es una persona fácil. Y Community no es una serie fácil. Pero ahí residía su encanto.
Después de varias temporadas haciendo campaña por el #SixSeasonsAndAMovie, al terminar la tercera a los fans nos cayó un jarro de agua fría peor que el de la cancelación: la serie continuaba, pero Dan Harmon, el cerebro detrás de ella, era obligado a dejarla. Y todos nos hacíamos la misma pregunta: ¿logrará la comedia de NBC conservar su particular esencia? Terminada la cuarta temporada, se puede decir que la respuesta, desgraciadamente, es la que temíamos. En esta primera temporada D.H. (Después de Harmon), Community ha parecido, por momentos, una serie zombie, una copia de sí misma. No cabe duda de que los nuevos showrunners eran fans de la fórmula original, pero precisamente por eso han caído en la trampa. Han cogido sus elementos característicos para replicarlos y aumentarlos. Y si algo tenía Community es que nunca intentaba parecerse a nada, ni siquiera a sí misma. Ni en los capítulos de Halloween. Ni en los capítulos de Navidad. Ni en los capítulos de paintball. No era una serie perfecta, pero era una serie única.
Y la nueva Community no es una mala serie, ojo, es sólo una serie diferente. De hecho, puede que haya gente a la que le guste más esta versión. Esta nueva Community es una serie en la que tienen mucha importancia las relaciones entre los personajes y en la que una de las prioridades es explorar el pasado y desarrollar el carácter de los protagonistas (una de las muestras más claras es que se haya sacado capítulo sí capítulo no el trauma de la relación de Jeff con su padre). Una serie entrañable, una serie divertida, una serie referencial y autorreferencial. Una serie que grita a cada paso: ¡mira qué meta soy! Pero no Community.
Sí es cierto que, por momentos, hemos visto en estos 13 capítulos destellos de su anterior grandeza, por ejemplo en el capítulo de las marionetas o en el que descubren que sus historias pasadas están fuertemente conectadas. Pero, aún así, siempre había algo que me chirriaba, que me incomodaba. Y acabé llegando a una conclusión: los nuevos showrunners han hecho una temporada “para fans”, dándose gustos como el de montar una convención de Inspector Spacetime o un capítulo que mezcla varias líneas temporales, como si estuvieran tachando deseos de una imaginaria wishlist de los seguidores de la serie. Pero, en el fondo, todo tenía un regusto a intencionado. A forzado. A querer imitar otra cosa. ¿Hasta qué punto esta sensación viene provocada por el conocimiento de la situación por la que atraviesa la serie? No lo sé, pero es imposible ver la temporada sabiéndolo y no estar condicionado por ellos. Y, estándolo, no se ve la serie de la misma forma.
Parece que NBC acaba de anunciar la renovación de la serie para una quinta temporada. Ha sido una de las últimas confirmaciones que se ha guardado la cadena, y, en todo este tiempo no he llegado a saber si quería que renovase o no. Quién me ha visto y quién me ve, hace un año poniendo perilla a mi avatar y ahora así. Si finalmente hay una quinta temporada, está claro que la seguiré viendo. Pero, si hubiese acabado, tampoco habría llorado. Tengo mucho cariño a los personajes pero tampoco quiero que degenere mucho el concepto. En cualquier caso, siempre podré rever las temporadas anteriores y volver a disfrutar con su grandeza, que ojalá recupere. Pero, pase lo que pase, el espíritu de Greendale seguirá vivo en nuestros corazones. Cool cool cool.