El ritmo de la música techno arrastra a todos. Los jóvenes bailan, consumen y conversan. Félicie conoce a Saïd, y ambos van a su casa para una fiesta posterior. En la cúspide de la fiesta, entre la noche y el día, las diferentes vidas y los diferentes puntos de vista chocan entre sí.
Pude ver After de Anthony Lapia en Festival Márgenes y me pareció una película hipnótica en donde las miradas cuentan historias, la música es un personaje secundario original y que es capaz de unir a personas y momentos.
La película se divide en dos partes muy distintas entre si. Una de ellas es la discoteca y la otra la casa de Félicie con Saïd.
Una película que hipnotiza y hace que el espectador este pendiente de los personajes, porque es una historia de personas, de momentos y de lugares.
No sé, al principio no tenía mucha idea de hacia que lugar me llevaría, pero me dejé seducir por esa música peculiar y por esas historia que navegan entre una incoherencia fascinate, pues conocemos al grupo de amigos, pero este por momentos va y viene.
Me encantó ver a estas personas interactuar con otras sin conocerse, sin tabúes, sin prejucios y al mismo tiempo, como que me hubiese gustado saber que ocurre con muchos de ellos.
After es una coreografía constante de transiciones rápidas que conllevan al espectador a vislumbrar emociones y acciones que nos llevan a distintos estados.
Félicie y Saïd me han seducido enormemente y la técnica narrativa de las transiciones y saltos de un lugar a otro, ayudan a comprender sus motivaciones y dilemas más profundamente.
La música de After también puede ayudarnos a entender el estado emocional de los personajes, incluso cuando no podemos escuchar sus palabras y eso es interesante, pues no sabemos si la conversación es importante o es banal.
El trabajo actoral de todos es maravilloso, porque hay miradas que lo dicen todo y te preguntas muchas cosas.
Louise Chevillotte y Majd Mastoura nos ofrecen unas interpretaciones magneticas al ritmo de After. ¿Ese final? No nos puede dejar así, no os desvelaré nada, pero me quedé con ganas de ver, saber y conocer más cosas de esta película coral.
Siento repetirme demasiado, pero me ha gustado mucho más de lo que pensaba.