Opinión de azul y pálido de pablo ríos

Sixto Paz, George Adamski, Carlos Jesús... Todos ellos han hablado con los alienígenas. Han recibido su mensaje. Y nos lo han transmitido.

En Azul y pálido (nueva edición revisada por el autor tras la inicial publicada por Entrecomics en 2012 y agotada desde hace años), Pablo Ríos deja que los contactados, abducidos, iluminados por seres de otros mundos sean los que cuenten sus experiencias. La decisión de creerlos o no es nuestra. Para ellos no hay elección posible.

¿Os habéis preguntado alguna vez si realmente estamos solos en el universo? Bueno... seguro que lo habéis hecho. Yo también. Y estoy convencida de que la respuesta es no, aunque no sé ir más allá de esa débil creencia basada en que no somos tan importantes como para ser los únicos.

En esta nueva edición de Azul y pálido, por parte de Astiberri, Pablo Ríos le da voz a diferentes personas que dicen haber tenido contacto directo con seres de otros planetas para que expliquen sus historias según las recuerdan.

El formato del texto es en cómic y se divide en historietas independientes para cada uno de los protagonistas. Estos pequeños capítulos o historietas son muy breves y a mí me han dejado con ganas de saber más. Me hubiera gustado mucho que se profundizara un poco en los sucesos, pues se cuenta todo muy por encima. Eso sí, siempre queda Google para seguir investigando si os quedáis, como yo, con la curiosidad a tope.

Una de las cosas más interesantes para mi es que el autor ha decido mantenerse, en cierto modo, imparcial y ofrecer su arte para que los protagonistas se expliquen en primera persona, dejando así que el propio lector sea quien decida cuánta credibilidad le otorga a cada una de las historias.

Personas abducidas en situaciones cotidianas, avistamientos de luces extrañas, contacto místicos, conspiraciones políticas, experimentaciones... la verdad es que hay historias para todos los gustos. Y si sois aficionados a la ufología, segurísimo que le sacáis bastante partido a esta lectura.

- Opinión de Inés Díaz Arriero -