Me vuelvo a sumergir entre las páginas de un libro de Astronáutico, pero me encuentro ante una pluma que desconozco y me ha resultado extraño, ya que a principios de mes pude reseñar su otro libro y empecé a leer Catarsis , y tuve esa sensación de la que os hablo, pero me ha gustado volver a leer algo nuevo de este autor. Con su pluma es capaz de sumergirnos en Alicia en el país de las maravillas, pero como metáfora de nuestra locura de amor, del fin del sueño, del final de perseguir algo...
Siempre con delicadeza y con frases certeras y duras, Astronáutico navega como en una tormenta sin rumbo y no sabes hacia donde irá.
Lentamente, nos va quitando esa esperanza, dejamos de mezclar los tiempos verbales, nos va dejando con arena en los bolsillos y con todas esas cosas que nos hacen daño o nos hacen pararnos en nuestra vida, pero lentamente nos hace desprendernos de todo lo que nos ha hecho sufrir y lo hace con recordatorios de lo que fuimos o de quienes fuimos, etc.
Creo que no nos damos cuenta de que para querer y amar a otras personas, pues tenemos que empezar por nosotros mismos y muchas veces no estamos preparados para que nadie nos encuentre y para eso tiene que pasar tiempo, así que Astronáutico juega con ese paso hacia delante, hacia detrás, con perderse, con olvidar.
El título del libro es maravilloso, ya que es una catarsis en toda regla y para hacer esta lectura hay que dejar las maletas vacías y continuar el viaje que nos permitirá empezar a ser felices.
Astronáutico va buceando hacia lo más profundo de nuestros pensamientos, como si fuésemos Alicia cayendo y cayendo.
Lo que me gusta de este autor es que su pluma está llena de madurez, de sensibilidad, de dureza, de certeza, de sufrimiento y leerle es como estar leyendo tu propia historia.
Sus textos están llenos de texturas, de huecos, de diferentes sensaciones, pero todo narrado y escrito de forma muy bonita y delicada.
Puede que me haya sentido como Penélope esperando a Ulises y con expectación de en que lugar nos dejaría, en que estado me encontraría, puesto que en el anterior libro me dejó tocada (en el buen sentido), pero en esta ocasión me sentí más vacía. Quiero entender que es por todo el daño que me han hecho, y que por eso pocas cosas me afectan, pero no quiero creer que estoy inmunizada al dolor, pero me da miedo no haber sentido tanto como en estaciones.