Elís sueña con ser matrona.
Elís está enamorada de Daniel.
Elís sabe lo que es ser feliz.
Betty es matrona en África.
Betty sabe lo que es la felicidad.
Betty también sabe lo que es la oscuridad.
A veces no es suficiente recuperarse, hay que reinventarse.
Elís y Betty lo saben porque son la misma persona.
Elísabet ha vuelto después de doce años en África y sus dos vidas están a punto de colisionar.
Como después de marzo, abril de Dona Ter es una novela en la que las casualidades o el destino forman parte de ella, también es una novela en la que África de manera inconsciente hace de terapia, cura las heridas o las cicatrices exteriores, pero las profundas, no, ya que para eso la protagonista se tiene que enfrentar al pasado.
Me gusta como África te puede dar todo, la forma en la que este contienen con sus contrastes, su cultura, su vida, te da todo, te puede ayudar a crecer, pero no te puede arrancar del pasado o hacer que te olvides de él.
Una novela para leer con los cinco sentidos, una novela para volver a enamorarte. Dona Ter la ha escrito a corazón abierto y se notará en muchos diálogos, en muchas descripciones, en muchos saltos del presente al pasado...
La vida y la muerte se dan la mano en la novela y forman un círculo caprichoso , ese círculo natural y esas decisiones que tomamos sin pensar en los demás. Los te quiero de la historia han sido los más bonitos que había leído hace mucho tiempo y me han hecho estremecerme totalmente.
No he tardado ni un día en leerme esta novela, pero no sabría decir la parte que más me ha gustado (pasado o presente). Como después de marzo, abril es como si te quitases las tiritas de tus heridas no cicatrizadas y las mostrases. Me he enamorado de todos y cada uno de los personajes y he entendido sus decisiones en mayor o menor medida, pero la madre de Dan ha sido ese bálsamo que necesité al final de la historia, esa voz neutral, que entiende a su hijo y a Elís.
Como después de marzo, abril es como esa canción que no te quitas de tu mente, ese primer te quiero, ese primer viaje, ese primer recuerdo con la persona que quieres y ese último suspiro final. Es una novela valiente, honesta, emocionalmente devastadora y al mismo tiempo sanadora. Hasta el momento, mi primer libro favorito del año.