Tras mudarse con su pareja a un nuevo hogar, Mila se da cuenta de que su pérdida de deseo se encuentra en sí misma. A partir de ahí, empieza un viaje en el que revisita experiencias de su infancia y adolescencia con la esperanza de reconciliarse con su propio cuerpo.
Creatura de Elena Martín es una película que no sabía cómo definirla, pero tiene una hipnótica y desenfrenada narrativa, así como alguna de las fotografías e imágenes más impactantes.
Habla sin tapujos sobre la falta de deseo, sobre el despertar de la sexualidad en la adolescencia...
La historia nos sumerge en la vida de Mila, mostrando diferentes etapas de su vida, desde su adultez hasta su juventud y niñez. Aunque estas etapas pueden parecer diferentes, la película nos muestra que tienen más cosas en común de lo que podríamos pensar.
La actriz/directora logra sumergirse de una forma muy hábil entre los recuerdos de Mila, sin perder el rumbo.
La mente de Mila divaga constantemente entre pasado y presente, pero lo hace de tal manera que, no afecta a la historia, al contrario, vamos conociendo más a esta mujer y sus distintas fases.
La forma en que los flashbacks se entrelazan con el presente ayuda a entender la evolución de la protagonista y su relación con su familia.
Elena Martín me ha encantado como actriz por su naturalidad, pero también, por la forma en la que las emociones acuden a ella en el momento preciso y por como las trasmite a la pantalla. El resto del elenco es maravilloso y no podía haber elegido mejor.
Es una producción con pocos personajes, pero todos ellos son claves para entender a Mila.
La trama familiar me mantuvo en vilo debido a la complejidad de las relaciones entre, su padre, su madre y Mila.
Creo que, cuando el tiempo va pasando y volvemos a nuestras raíces o al lugar en el que nos moldeamos y vivimos mil emociones, como que nos damos cuenta de las decisiones que tomamos, consecuencias...
En definitiva, me ha encantado la forma en que la autora ha dado vida a la casa familiar en Creatura. Ha logrado crear un personaje silencioso, pero con gran importancia, que se convierte en un reflejo de la complejidad de la vida y de las relaciones humanas.
Os confieso que con Creatura me pasó algo peculiar. Al principio no entendía demasiado, pero lentamente, como si las olas me arrastrasen hacia el interior del mar, me fui introduciendo en toda la trama y conectando con ella.