Opinión de el aliento de los ahogados de alice blanchard

Hay secretos que no pueden enterrarse.

Kate Wolfe conoció la culpa cuando su hermana menor fue raptada y asesinada con lujo de crueldad. Dieciséis años después, su carrera como psiquiatra está en ascenso, su vida sentimental es prometedora, y el pasado parece haberse quedado lejos. Pero tras el suicidio de una joven paciente y la llegada de una misteriosa niña al hospital, la vida de Kate da un vuelco devastador. Un detective retirado le asegura que el verdadero responsable del asesinato de su hermana no es el hombre que hoy paga una condena en prisión. Y la madre de Maddie, la nueva paciente, revela detalles que obligan a abrir las viejas heridas y a confrontar el peor de los miedos: la constatación de que la historia familiar es aún más oscura de lo que parecía.

El aliento de los ahogados de Alice Blanchard llegó de una manera peculiar. Adoro ir a librerías de segunda mano y allí estaba. Se me hizo raro, puesto que ponía Editorial Océano de México, pues no recordaba haberlo visto en España, así que me lo compré y lo dejé en la pila enorme y que no para de crecer de: libros pendientes.

Tras varias lecturas románticas quería cambiar de temática, de género y tras una limpieza del polvo de las estanterías, apareció y empecé a leerlo.

Lo he leído tranquilamente, cuando tenía ganas y ha sido un viaje por la mente, por las enfermedades mentales, por la memoria, por el pasado...

El personaje de Kate me ha parecido fascinante, me ha cautivado y es gracias a ella, y a sus constantes viajes al pasado o a su triste historia familiar la que hizo que me enganchase a esta trama.

Es una historia que juega mucho con la mente del lector y de la protagonista, pero es de lo mejor, puesto que en algunos momentos pensarás ¿Kate está loca? ¿Kate hará lo que su madre? ¿Qué busca Kate?

Una novela en la que la protagonista es la detective, es la psiquiatra, es la policía y la que tira de la trama.

Adoro cuando la policía o los detectives son meros espectadores y son los protagonistas los que indagan en el pasado, se hacen preguntas, meten las narices en la vida de otros...

Me ha sucedido algo extraño y es que el aliento de los ahogados sube y baja de intensidad, cambia de trama y de repente, ¡boom! te hace replantearte todo lo que has leído con anterioridad.

Busqué algo de información de Alice Blanchard, de su vida, historia, porque quería saber si tenía algún título en temas de psicología, psiquiatría, etc. Ya que he leído otros libros con personajes que tienen la misma profesión de Kate, pero que no ahondan mucho en algunas de las cosas que nos muestra este libro.

No, no he encontrado nada sobre ella, pero me ha encantado su manera de narrar algunos brotes, algunas sesiones, algunas cuestiones...

Alice ha creado un personaje principal que se empieza a cuestionarse, pero que empieza a hacerse preguntas tras un empujón de algún personaje.

A partir de ese instante, es cuando empecé a tomar más interés por la historia y el pasado de su hermana y su madre, ya que antes, como que había tensión, pero notaba que no avanzaba nada o que la novela se estaba estancando.

He sentido que, algunos personajes en cuanto avanzan la novela, se quedaban atrás, pero no sabía si enfadarme o no, aunque al final me alegré, ya que no aportaban demasiado.

En cambio, otros como que me sentí huérfana o extraña, ya que abruptamente les borra del mapa.

El aliento de los ahogados nos muestra lo peor del ser humano, lo más oscuro que guardan, hay y se esconden en nuestras mentes.

Una historia con largas pausas que me pusieron nerviosa, con enormes silencios entre ella, su padre, su pareja y algunos personajes más.

La última parte es la que más me mantuvo atrapada, la que no sabes en quién confiar o qué pensar.

Una novela que se lee rápida, que engancha, sube y baja y por la que pierdes interés por momentos, pero cuando menos te lo esperas, ¡Guau!

Me ha gustado conocer la pluma de Alice Blanchard, aunque la novela la leí con algunas palabras o giros mexicanos, no me ha importado, ya que la entendí, la comprendí y feliz de haber leído un pendiente.