Kiara es una chica que hace tiempo dejó de creer en cuentos de hadas. Ama su trabajo y se rodea de amigos fieles como Maddy, siempre dispuesta a enfrentarla a un príncipe azul que continuamente termina siendo un desastre.
Cuando Tyler irrumpe en su vida, agitando su existencia, ambos viven la intensidad de unos sentimientos desconocidos e inimaginables, las emociones y la complejidad de un amor que nace.
Sin embargo, el destino juega con Kiara y Tyler. Con un hilo rojo anudado a sus dedos meñiques, une y separa, una y otra vez, sus vidas.
Pero el destino es sabio, aunque a veces, se empeñe en complicar las cosas. ¿Dejará que dos personas sigan atrapadas entre la pasión, las renuncias y el miedo, o por el contrario les brindará la oportunidad de unir sus caminos para siempre?
Escrito en las estrellas es la primera novela o escrito que leo de Raquel Silva y me ha gustado mucho tanto por la pluma de Raquel, como por la historia y los personajes. Es una historia sencilla, tierna, bonita, entrañable y mágica.
Es la primera vez en bastante tiempo que leo una novela en la que me ha gustado todo: personajes, lugares, trama, etc.
Venía de una crisis lectora de esas en las que empiezas un libro y lo cierras, empiezas otro y tiene algún "pero", así que lo apartas, así que haber descubierto a Raquel ha sido como un soplo de aire fresco y conocer a los personajes de esta novela ha sido cautivador.
Kiara es la típica persona que se siente pequeña, pero es grande. Ella es inteligente, es maravillosa, pero la han hecho mucho daño y tiene miedo. Descubrir a Kiara ha sido como descubrirme a mi misma a través de los años.
Conocer a Tyler, sin embargo, ha sido un viaje lento, algo turbulento e inquietante, ya que sólo le conoceremos a través de los ojos de Kiara, Maddy, etc.
Hablando de Maddy e su prometido ¡son maravillosos! de esos amigos que están en las buenas y las malas, pero que aportan a tu vida ese toque dulce y salado que necesitas y que la protagonista, también.
Aunque es una novela que se devora (culinariamente hablando) y también se disfruta por la localización o localizaciones de la misma, pero que también se siente y os lo explicaré: He oído, he visto y conozco que es el Taekwondo, pero tenía miedo que al narrar todo lo que es este deporte, como que la novela se tornase algo más lenta, algo más plof, pero todo lo contrario. He vivido cada combate como sino hubiese un mañana, he sentido nervios y me he puesto en la piel de los que compiten y de los espectadores.
En cada novela me gusta aprender algo nuevo y creo que gracias a Raquel Silva me ha picado un poco más el Taekwondo.
He visto un Londres más culinario que en otros libros y he descubierto más arquitectura y detalles escondidos de la ciudad y es algo que me alegra mucho.
También he descubierto un Estados Unidos distinto al que muchas novelas nos ofrecen y eso es de agradecer.
Hablemos un poco de la historia que se esconde entre estas páginas. Adoro esas historias separadas por el tiempo, por la vida, por las decisiones y es que en toda la novela se esconden decisiones, "y si", "peros" y otras palabras o pensamientos que nos impiden avanzar.
Me he enamorado de cada uno de los abrazos dados y no dados, de cada una de las palabras dichas y no dichas, aunque duelan o aunque no duelan, pero Raquel ha creado una historia mágica, de esas que no quieres parar de leer, pero te dan pena de que terminen.
Todo muy bien hilado, todo muy bien descrito y narrado, aunque solamente me despiste en el nombre de un lugar y me perdí, pero luego me volví a encontrar.
Merece la pena leer nuevas voces literarias con narraciones exquisitas y con historias sencillas, pero que te hacen encogerte y que tu corazón explote.
Raquel Silva es una excelente narradora que no sólo te cuenta cosas, te las explica y aprendes de gastronomía, deportes, valores...