Opinión de la chica de baelo claudia de eva m. saladrigas

Ares y Pandora son dos profesores de la Universidad de Córdoba, especializados en arqueología y filología clásica, respectivamente. Durante una excavación de una domus romana, descubren unos pergaminos ocultos en un cofre de alabastro, que contienen una sorprendente revelació la historia de amor entre Marco Junio Paulino, un rico comerciante cordobés del siglo II d. C., y Octavia, una joven de apenas 13 años nacida en Baelo Claudia, una ciudad romana situada en la actual provincia de Cádiz. Marco y Octavia se casaron por conveniencia, sin apenas conocerse, pero pronto descubrieron que el amor puede nacer de la más inesperada de las situaciones. Su relación se vio amenazada por la rigidez de la sociedad de la época, pero también fue testigo de la grandeza y la belleza de la cultura romana, de sus costumbres, sus leyes, sus artes y sus dioses.

A medida que Ares y Pandora van traduciendo los pergaminos, se sienten cada vez más fascinados por la historia de Marco y Octavia, y también por la suya propia. ¿Serán capaces de seguir el ejemplo de los antiguos amantes y de superar los obstáculos que se interponen en su camino? ¿Qué secreto esconde Baelo Claudia, la ciudad donde nació Octavia y donde se encuentra la clave de su destino?

La chica de Baelo Claudia de Eva M. Saladrigas nos regala un viaje inolvidable al siglo II d.C a una ciudad romana situada en la actual provincia de Cádiz. Una historia conmovedora que a través de la mirada indiscreta de Ares y Pandora nos regalará momentos fascinantes de la antigua Roma y nos acercará a sus costumbres, a la arquitectura, al vestuario, incluso a los olores, etc.

He leído la novela lentamente, ya que Marco y Octavia son unos personajes sorprendentes y maravillosos, pero Ares y Pandora son tan enigmáticos que quería saberlo todo de ellos.

Una historia narrada en dos tiempos y con varios narradores en los que la trama irá saltando del pasado a la actualidad.

Hay algo que destacaría de esta historia y de esta autora y es la forma en la que une ese pasado y ese presente. Los une de una manera muy orgánica, natural y fluida.

Sí, mi historia del libro favorita es la de Marco y Octavia. Es tan bonita, tan llena de detalles, de sentimientos, de momentos increíbles que se me erizaba la piel al leerla.

Aunque, Ares y Pandora son unos personajes fascinantes, pero al final del libro como que me costó un poco más centrarme en su trama y en lo que les ocurre.

Eva M. Saladrigas ha dado forma a un libro con grandes detalles y con unos personajes secundarios que dotan de gran fuerza a la lectura. Estos personajes secundarios aparecen cuando menos te lo esperas y serán capaces de crear intensidad a la trama principal y descolocarnos, pero son un gran plus.

Adoro las novelas que no se pueden catalogar, ya que aparecen muchos géneros entre sus páginas, pero tenía miedo de que alguno flojease, pero la autora ha dado en el clavo y sabe la forma de unir todos estos en las dos historias.

La chica de Baelo Claudia tiene una sensibilidad mágica. Hay varias escenas preciosas entre Ares y Pandora, y entre, Marco y Octavia que me cautivaron por la manera tan bonita de expresar muchos miedos, muchos traumas...

Es un libro con unos personajes complicados y con mucha historia detrás como es el caso de Ares y Pandora, pero que gracias a Marco y Octavia, esos miedos, esos traumas como que leyendo su historia se van disolviendo, aunque las conversaciones son otro de los platos fuertes de la novela.

Los diálogos, además de las descripciones es de lo que más he gozado y me han enamorado.

El único "pero" que pondría son esas páginas entre Ares y Pandora que se me hicieron cuesta arriba, pero una vez que he reposado la lectura unos cuantos días, me he dado cuenta de que Eva quería que todo se cerrase de una manera en concreto.

Se lee en un suspiro, pero he ido dividiendo la lectura en bloques para ir saboreando cada instante.

Todavía, estoy pensando en algunas escenas entre Marco y Octavia y sigo enamorada de ellos y de la forma en la que tienen de quererse, de entenderse, de mirarse...