Un edificio en los suburbios de una ciudad francesa anónima. Un ascensor averiado. Tres encuentros improbables. Seis personajes insólitos. Un grandullón intratable y la frágil enfermera del turno de noche. Jeanne, una actriz en crisis y su joven vecino abandonado. Un astronauta americano perdido y la entrañable Sra. Hamida. Todos ellos seres solitarios unidos por un gran sentimiento de ternura, respeto y compasión.
-ESTRENO MAÑANA-
Samuel Benchetrit , dirige una película sencilla, tierna y divertida, que es capaz de hacer, que el espectador vuelva a creer en el ser humano, en si mismo.
Y el hecho de que esta película nos haga volver a encontrarnos a nosotros mismos en alguno de los personajes que aparecen, también nos enseña que todavía hay personas que serán capaces de escucharnos, de ayudarnos y de sacarnos de la oscuridad.
En la comunidad de los corazones rotos, nos hayamos frente a un personaje solitario, una actriz fracasada, una emigrante con un hijo con problemas,un américano atípico y un chico con la figura materna ausente.
Son personas que sabemos que son reales, que existen, pero que muchas veces pasan desapercibidos ante nuestros ojos, pero que en este caso se hacen visibles, te interesas por ellos, quieres conocer, la razón o el motivo por el que esta actriz ha fracasado, quieres conocer más al señor que es un tacaño, te enamoras de la señora Hamida y su corazón tan grande...
Algo curioso respecto a esta producción, es que si en un primer momento conocemos a toda la comunidad, luego pensé que las historias se iban a entralazar de algún modo y solo Jeanne y su vecino se cruzan, se hablan, el resto son diferentes historias en distintos pisos.
Llena de situaciones disparatadas y de diálogos fuera de serie, la trama va avanzando lentamente.
Vemos como se va hablando de la vida, de los problemas, de los hijos...digamos que los personajes nos dejan entrar en su mente.
Y aunque mi favorita es la Señora Hamida, seguro que os picará la curiosidad y os gustará conocer a Jeanne, interpretada por la gran Isabelle Hupper o yo me moría de ganas por saber si el tacaño del edificio era capaz de contar la verdad o de realizar la fotografía perfecta.
La comunidad de los corazones rotos, es de esas películas de las que no esperas gran cosa y paso a paso te va conquistando y hace que desees formar parte de la historia, porque está narrada con gran delicadeza y es una delicia ver como todas estas piezas se amoldan.
Samuel Benchetrit, nos muestra un edificio tan abandonado y tan desastroso como los protagonistas de esta película, que creo que conforme va avanzando toda la historia, el edificio a su vez nos va pareciendo más bonito.
La comunidad de los corazones rotos, mi película favorita junto con Uncle Howard para volverla a ver este fin de semana.