·Traducción de Mercedes Guhl.Conducir una locomotora a vapor es muy complicado. Pero no os preocupéis, os enseñaré cómo hacerlo.
* PRIMERO: Mantened la caldera llena.
* SEGUNDO: No permitáis que el fuego se apague.
* TERCERO: Nadie viaja sin su billete.
* CUARTO: No os rindáis jamás.
Kate es una niña que aparentemente lleva una vida de lo más aburrida. Sus días son todos iguales y sus ocupados padres no ayudan a que eso mejore. Por eso, Kate se refugia en sus libros, anhelando poder vivir alguna vez una gran aventura como esas que aparecen entre las páginas.
La gran sorpresa llega cuando el día de su once cumpleaños, que no se presentaba como una fecha demasiado especial, aparece su misterioso tío Herbert con un regalo muy peculiar: una locomotora de tren a vapor. Pero no una locomotora de juguete, no. Una de verdad. Descomunal y brillante.
Aunque su madre, que no tiene especial simpatía por Herbert, está decidida a devolver el regalo, Kate y su hermano Tom mostrarán su desacuerdo subiéndose a la locomotora para disfrutar de ella todo el tiempo que puedan. Lo que no se esperaban era que, en ese momento, comenzarían una aventura incluso más grande que las que había leído en sus libros.
A bordo de La flecha plateada acompañamos a estos dos hermanos en un fantástico viaje a través de parajes de lo más variados, en el que crecerán, ganarán seguridad en sí mismos, reforzarán su relación fraternal y contemplarán la realidad de un mundo que parece que se está resquebrajando ya sin remedio; pero descubrirán también que todos los pequeños gestos cuentan para salvarlo.
Gracias a los pasajeros de este tren tan especial, animales parlantes todos ellos, aprenderemos junto a los protagonistas sobre algunas especies no tan conocidas, sobre su preocupante estado de conservación y sobre los estragos que está provocando el cambio climático y las manos de ese "peculiar primate con barbilla" en sus territorios. Kate y Tom enseguida se darán cuenta de que el mundo no es aburrido, que ellos mismos (y todos nosotros) tienen una misión importantísima en la vida: convivir con respeto, no solo con el entorno natural y los animales, sino también con el resto de seres humanos, intentando así recobrar el equilibrio que perdimos hace ya tiempo.
Como ya nos tiene acostumbrados Gran Travesía, la edición es preciosa. Viene en tapa dura y contiene más de setenta ilustraciones firmadas por Tracy Nishimura Bishop. Los dibujos son en blanco y negro, maravillosos, llenos de detalles. Y yo los he disfrutado especialmente, no solo por la belleza de los animales y los escenarios que salen, sino porque la protagonista se parece a mí y me ha resultado muy gracioso.
Recomendada a partir de nueve años, La flecha plateada me ha parecido una lectura preciosa y muy necesaria. Lev Grossman ha conseguido crear una trama de fantasía vibrante, cargada de valores importantísimos y de amor hacia el mundo que nos rodea. Cualquier cosa que haya dicho en esta reseña no le hace del todo justicia, porque es una novela que hay que saborear e interiorizar a medida que la lees, sintiéndote como un pasajero más del tren. Ha habido momentos en los que me he emocionado, momentos iniciales de intriga en los que trataba de descubrir el objetivo del misterioso viaje, momentos que me han hecho sonreír, momentos en los que me he sentido muy triste... para al final tener la certeza de que esta lectura va a ser una de esas que se quedan conmigo para siempre.