Olivia tenía cuatro años cuando leyó, por primera vez, la mente de su madre. La estaba mirando y vio que no movía los labios; sin embargo, escuchó con claridad la voz de su madre en el interior de su cabeza. No le extrañó; cuando se tiene cuatro años, hay pocas cosas que te extrañen. A partir de ese momento, el poder de Olivia creció poco a poco. Cada vez podía leer los pensamientos durante más rato; y, aún más importante, comenzó a "oír" las mentes de otras personas, aparte de las de sus padres. Entonces Olivia descubrió algo: la mente de cada persona tiene un "olor", o un "sabor", o un "sonido" o un "tacto" distinto. Sin embargo, nunca encontró nada tan horrible y nauseabundo como cuando, muchos años después, captó la mente del monstruo.
Olivia tiene un poder especial: es capaz de leer la mente del resto de personas. Cuando lo descubrió, pasó por distintas fases. Al principio no le dio importancia. Luego se asustó, porque se dio cuenta de que no podía contárselo a nadie. Más tarde, se agobió mucho, porque escuchar los pensamientos de todo el mundo dentro de tu cabeza es un follón total. Y, al final, decidió que, si tenía ese don, era su obligación utilizarlo para ayudar a otras personas, igual que hacían los superhéroes.
A pesar de tener un objetivo y de saberse una privilegiada por la vida que lleva, Olivia se siente todavía un poco sola y frustrada, porque es pequeña y no es demasiado lo que puede hacer todavía para ayudar a la gente, por mucho que sea capaz de leer sus mentes.
Por suerte, la cosa mejora un poco cuando Carlos aparece en la urbanización. Carlos es un bromista despreocupado; vamos, todo lo contrario a Olivia, pero, a la vez, es como ella. Y aunque solo le saca ocho meses, tiene mucha más experiencia en el mundo de la telepatía, así que la ayudará a manejar su poder, a la vez que se van haciendo cada vez más amigos.
Pero él no será el único que enseñe, pues Olivia también tiene una lección muy importante que ofrecerle: utilizar un poder para aprovecharse de los demás o hacer trampas es de ser mala persona, además de muy injusto.
¡Y menos mal que están juntos! Porque un día, por casualidad, se toparán con la mente más apestosa que han leído en su vida. Enseguida se propondrán hacer todo lo posible por encontrar al dueño de esa mente podrida, avisar a la policía y acabar con la amenaza que el peligroso delincuente supone para todos los niños de la ciudad.
César Mallorquí ha creado un thriller infantil con ingredientes de fantasía, divertido, entretenido y muy emocionante, protagonizado por dos niños muy especiales y una heroína inesperada que se aliarán para tratar de salvar a la ciudad de un peligroso monstruo.
La edición del libro viene salpicada con algunas ilustraciones de lo más tiernas hechas por Sergio García. Me han gustado mucho todas, pero la de Olivia haciendo yoga y las de Sofía creo que son mis favoritas por lo preciosas que son.
Recomendado para lectores y lectoras valientes a partir de diez años.