El 7 de junio de 1968 el líder de ETA Txabi Etxebarrieta (Àlex Monner) cruzaba "la línea invisible" al matar a la primera víctima mortal de la organización terrorista, el guardia civil gallego José Antonio Pardines. Pocas horas después el propio Txabi era abatido en un enfrentamiento con la guardia civil, convirtiéndose en el primero en matar y el primero en morir en la historia de ETA. Tras la muerte de su líder, los compañeros de Txabi (Anna Castillo, Patrick Criado), deciden vengar su muerte asesinando a su principal perseguidor, el inspector Melitón Manzanas (Antonio de la Torre). No son conscientes de que están a punto de abrir un camino plagado de dolor y venganza, de miedo y terror que marcará los siguientes cincuenta años de la historia de España.
Hablar de la línea invisible y hacer esta opinión ha sido difícil. Es una serie valiente, respetuosa y de gran valor para mí (personalmente) , porque me ha hecho comprender de manera clara y concisa, como se creo E.T.A, la manera en la que llegaron a matar, la época en la que se creó...etc.
Es un relato histórico duro y en una época entre gris y negra para el pueblo vasco. Los jóvenes se dan cuenta de lo que ocurre a su alrededor y deciden hacer algo, y aquí es cuando entra en juego Txabi Etxebarrieta y en la sombra, su hermano.
Cuando conocemos a Txabi no nos imaginamos como termina la historia, yo por lo menos, porque no leí nada de la trama, quería ir sin prejuicios, con la mente en blanco y así lo hice.
La línea invisible no solo es un retrato de Txabi y sus amigos, es un retrato de mediados de los años 60 en una España gobernada por Franco, donde la lengua vasca fue prohibida entre otras muchas cosas.
Un retrato de la sociedad vasca de un lado y de otro lado (vencedores, vencidos) ,y de jóvenes que intentaban cambiar su destino, el de sus familias e intentar ser una "Argelia".
En la serie vemos a la clase obrera,a la iglesia y la clase alta, luego descubrimos al "extranjero" que desconocemos la intención que tienen, pero que nos mantienen en vilo (recelando todo el rato).
Dichas clases sociales y personajes que pertenecen a las mismas, aunque no abran la boca, se les reconocerá a la primera.
Hemos hablado de Txabi ( Álex Monner), y ahora os hablaré de Antonio de la Torre, como Melitón Manzanas (jefe de la Brigada Político-Social de Guipúzcoa), su mayor perseguidor y enemigo (de él y de muchas otras personas).
Ver a Antonio de la Torre actuar es algo de otro mundo, hace unos meses le veía en " la trinchera infinita" y ahora le veo cambiar de registro, dando vida a un personaje que se te atraganta desde el principio, que incluso tú, como espectador llegas a tenerle miedo (te deja sin palabras).
Es una serie ni de buenos ni de malos, ni de mentiras ni verdades, es una serie con un tacto asombroso, pero que te hace toparte con la pura realidad de la vida y de la historia de este país.
Ver como las huelgas terminan con detenidos y torturas, ver como Melitón intimida a la gente para conseguir información, te deja un poco ko (que lo sabía de oídas, si, pero verlo aunque sea en una serie es distinto a escucharlo).
Es una sorpresa ver a la iglesia como forma parte de esta línea invisible de la manera más peculiar e imperceptible, pero de gran valor para algunas personas, (o a mí, me lo pareció).
El vestuario, el paisaje, la comida, la bebida, el elenco de actores y actrices que parecen que están vivos y hemos regresado a los años 60, todo en si, es una producción enorme y fantástica.
Conforme van pasando los capítulos de la línea invisible te das cuenta de que papel juega cada uno de los actores y actrices (sientes todas y cada una de sus emociones).
El personaje de la madre de Txabi, ha aportado algo indescriptible para mí, ese sexto sentido de que algo ocurre, ese zumbido detrás de la oreja, no se, me ha llamado la atención, y lo quería decir.
Los amigos y amigas de Txabi se equivocaron, al igual que Txabi en cruzar esa línea, pero ese respeto, esa unión entre toda la cuadrilla te deja perpleja, como una piña enorme, como una sola persona (es algo que se me ha quedado en la mente).
Si el hermano de Txabi no le hubiese metido tantas cosas en la cabeza, si se hubiese ido a Oxford, si la madre se hubiese enterado antes, desconozco si la historia hubiese sido otra o hubiese cambiado en algo.
También desconozco de que si tantas prohibiciones que se hicieron en El País Vasco, si hubiesen sido otros los que gobernasen ¿sé hubiese repetido la historia?
Es mi opinión, me ha costado mucho ponerla sobre papel o mejor dicho escribirla, vuelvo a reiterar.
Es una serie de personajes que unidos al paisaje, costumbres, lengua, vestuario y comida, es un todo.
Para no volver a repetir la historia se debería de ver esta serie o por lo menos tener una idea de lo que realmente ocurrió.
Se me encoge el corazón y el estomago de pensar que lo que ocurrió en 1968 se podía haber parado, no se como, no tengo ni idea, pero todas esas muertes a lo largo del tiempo han sido innecesarias, al matar a alguien cruzas esa línea invisible, ese camino sin retorno.
Conocer la historia de este país o de otro, siempre es enriquecedor aunque sean capítulos oscuros.