Revista Cultura y Ocio

Opinión de la luz de la esperanza de alan hlad

Por Miss_cultura @miss_cultura
OPINIÓN DE LA LUZ DE LA ESPERANZA DE ALAN HLAD

Anna trabaja como enfermera en un hospital de campaña con soldados que vuelven del frente, rotos de cuerpo y espíritu. Bruno, su prometido, lucha en el frente occidental junto al célebre doctor Fritz Haber, a quien los altos cargos del ejército alemán le han encargado utilizar armas químicas. Un día, Anna conoce al doctor Stalling, director de la Asociación de Perros de Ambulancia de la Cruz Roja, que le habla de un nuevo proyecto: crear una escuela que entrene a los perros como compañeros de los veteranos invidentes. Anna empezará a trabajar con Nia, una valiente hembra de pastor alemán que ha quedado herida y, cuando conozca a Max, un joven de raíces judías que acaba de volver ciego del campo de batalla, tendrá la oportunidad de devolverle las ganas de vivir. Entre ellos se fraguará una preciosa amistad, pero la guerra y sus consecuencias les tienen preparados otros planes.

TRADUCCIÓN: JUANJO ESTRELLA

La luz de la esperanza de Alan Hlad es la segunda novela que leo del autor y mi favorita de este autor.

Poco o nada sabemos de la primera guerra mundial y que en dicho triste suceso tuviese lugar un hecho tan esperanzador es conmovedor.

Nunca me había planteado la pregunta ¿dónde es el origen de los perro guía? o ¿desde cuando existen? creo que lo daba por sentado y conocer el origen ha sido todo una triste, pero bonita sorpresa.

Que una guerra mundial sea el monstruo que haya desencadenado esto, pues que queréis que os diga, pero me da rabia, pero también esperanza y es la que Alan Hlad nos muestra constantemente en la historia.

Llama la atención de que los dos protagonistas de la novela sean un judio y una mujer, ya que los dos son colectivos vulnerables, pero me ha encantado la manera en la que Anna lucha por sus ideales, por sus sueños y nunca tira la toalla, aunque no salga el sol.

El autor ha dado forma a dos personajes como son Anna y Max con una sensibilidad extraordinaria y con una manera de mirar a la vida tan distinta que ha sido encantador ir viendo como van creciendo el uno junto al otro.

Creo que la novela estaría coja sin el padre de Anna, pero sin todas esas piedras que esta joven se va encontrando en el camino.

Alan no ha dulcificado en la narración lo que sucedía realmente durante la primera guerra mundial y dando detalles no ha entrado en nada escabroso.

Que haya elegido a Max como uno de los personajes principales ha sido un gran acierto, ya que así los lectores somos testigos de la forma en la que muchos alemanes pensaban respecto a los judios y nos podemos hacer una idea de que este odio venía de más lejos que de la segunda guerra mundial.

He adorado que los objetos de esta historia fuesen metaforas de lo que Anna, Max, Bruno van viviendo, como es el caso del padre de Anna, ya que él es relojero y el reloj como guiño o metafora del tiempo, el piano...

La narración y descripción de la parte del entrenamiento canino está maravillosamente descrita y más habiendo podido conocer de primera mano como se realizan y habiendo sido testigo de primera mano esa forma de proceder con el perro guia.

En esta historia no hay personajes malos, sino personas que toman malas decisiones o que son de pensamientos cerrados y arcaicos.

En la luz de la esperanza he podido ver momentos de sororidad entre Anna y su mejor amiga y ha leer un rayo de luz.

Una novela que está a caballo entre el género epistolar y la narrativa, pero no sabría deciros cual es mi parte favorita, ya que cada parte muestra algo de los personajes que no vemos en la otra.

La verdad es que leer a este autor es una verdadera gozada, ya sea por la investigación que tiene la historia y el mimo que pone en cada detalle, así por como es capaz de plasmar sentimientos, sensaciones.

Siempre me ha gustado de Alan Hlad que sus novelas son muy visuales y como lectora soy capaz de leerlas con los cinco sentidos.

De mis novelas favoritas de este año.


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